Luego de 90 días de campaña electoral, el próximo domingo 15 de mayo de 2016 se celebrarán las elecciones generales en la hermana República Dominicana (RD), donde se elegirán los cargos de presidente, vicepresidente, 32 senadores, 190 diputados, 20 escaños al parlamento centroamericano, 158 alcaldes, y 1,164 regidores (legisladores municipales).  Un total de 26 partidos políticos se disputarán las elecciones dominicanas, en alianzas partidistas entre unos y otros. 

Se trata de una elección importante, pues todas las encuestas auguran que los dominicanos validarán el camino del crecimiento económico y las reformas emprendidas por el actual presidente Danilo Plutarco Medina Sánchez, quien goza del índice de aprobación y popularidad más alto de América Latina y el Caribe. 

Muchos son los factores que explican el éxito del presidente Medina. No hay duda que la fragmentación y división de la oposición le han facilitado las cosas, pero no existe la menor duda que su personalidad sosegada y firme ha contrastado con el político tradicional dominicano. Muchos lo han calificado como un tecnócrata, una característica positiva. Se trata de un Presidente que casi no ofrece conferencias de prensa y prefiere hablar con la acción. 

Grandes retos enfrentará su nuevo período presidencial. El principal reto será mantener los niveles de aprobación y popularidad que le han permitido efectividad. Mantenerlos no será tarea fácil, pues cada año que pasa trae consigo un desgaste natural. Recientemente, muchos presidentes latinoamericanos han logrado la reelección con altos niveles de aprobación y popularidad que se han desmoronado durante el segundo mandato. 

Igualmente, el mantener un ritmo de crecimiento del 7% anual en una economía mundial en resaca permanente por la recesión, será una tarea titánica. La lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de la justicia es una agenda que hay que fortalecer. Igualmente, el sistema productivo dominicano debe ser más agresivo en adecuarse a las nuevas reglas del libre comercio que amenazan la competitividad dominicana. 

La inmigración irregular haitiana y la mala imagen internacional que su manejo ha creado, es otro de los grandes retos que el nuevo gobierno dominicano tendrá que enfrentar. Si la RD desea convertirse en la potencia regional que puede ser, debe asumir una política exterior genuinamente caribeña que sepa explicar mejor el “problema” haitiano. En este sentido, a nivel regional existen más retos que los dominicanos deberán enfrentar, como la apertura de la economía cubana y la crisis financiera e incertidumbre puertorriqueña.

Además del crecimiento económico sostenido e importantes proyectos de infraestructura, un gran avance del gobierno de Danilo Medina ha sido en el ámbito social. Aunque aún la RD enfrenta grandes retos sociales, no se pueden negar avances en los ámbitos de la educación y alfabetización, vivienda de bajo costo, y la banca solidaria, por dar algunos ejemplos. 

No hay duda que la reelección por amplio margen de Danilo Medina traería una estabilidad que permite continuar el camino trazado. Los puertorriqueños debemos celebrar una RD estable y próspera. Debemos esmerarnos en apoyar la democracia de nuestros hermanos dominicanos y su desarrollo socioeconómico, por el efecto positivo que tiene sobre Puerto Rico y el Caribe. Tengamos presentes que el próximo domingo no solo habrá elecciones en la RD, sino también en Puerto Rico, ya que decenas de miles de dominicanos residentes en el País ejercerán su derecho al voto. 

Les deseamos a nuestros hermanos dominicanos un proceso electoral en paz y democrático, que sea un nuevo punto de partida para construir la patria antillana con la que soñaron Martí, Luperón, Betances y Hostos.