Con el objetivo de construir una universidad diferente y competitiva que responda a los retos que la globalización impone, la educación superior puertorriqueña debe internacionalizarse. En otras palabras, la internacionalización de la educación superior es la respuesta a la globalización, y un imperativo que ésta impone. El aislamiento no es una opción viable.

Como una alternativa a querer cubrir todos los aspectos de la educación superior, estoy convencido de que la universidad puertorriqueña puede convertirse en un protagonista regional, logrando la excelencia en iniciativas concretas de internacionalización.

La universidad puertorriqueña cuenta con los elementos esenciales para su internacionalización, capaz de enriquecer la experiencia educativa de los puertorriqueños en un mundo más global. El objetivo debe ser que todo estudiante universitario, de diferente vía o forma, pueda tener una experiencia internacional.

En un mundo más global, el ser un país pequeño y una isla trae consigo grandes desafíos para su educación superior. Los países pequeños como Puerto Rico se ven obligados a hacer mucho más para lograr visibilidad y ser competitivos. En un país pequeño hay menos universidades y oportunidades para los estudiantes, y dado que muchos programas no pueden desarrollarse por la falta de estudiantes, dependerán de estudiantes internacionales para su desarrollo.

Una universidad pequeña en un país pequeño debe ser aún más internacional que las grandes, permitir a los estudiantes aprovecharse de la globalización y poder así apoyar efectivamente los esfuerzos de desarrollo sustentable.

Aunque la crisis golpea fuertemente a los países pequeños y sus universidades, como en Puerto Rico, también cuando se es pequeño es más rápida la recuperación y se pueden realizar los cambios innovadores con mayor velocidad.

La mejor forma de responder al tamaño y la crisis en la educación superior es la innovación, de la cual la internacionalización es una parte fundamental.

La internacionalización universitaria, sin embargo, no debe depender únicamente de fortalecer el intercambio estudiantil, sino más bien de crear una cultura internacional en la universidad misma. La internacionalización, entendida como la búsqueda de la integración de las dimensiones intercultural a la vida universitaria. A su vez, implica el desarrollo de una cultura internacional real de su promoción a nivel universitario, para que ésta se traduzca en la formulación de políticas que garanticen la sistematización de los procesos y su continuidad.

Se debe realizar un análisis profundo y metódico sobre el alcance internacional de la educación superior, que culmine con una propuesta guía, la cual dará paso a la elaboración de un plan estratégico de internacionalización de la universidad puertorriqueña.

No se trata de internacionalizar por internacionalizar. La internacionalización estratégica debe tener un componente dinámico, que responda a objetivos claramente definidos y a la capacidad de la institución. En el diseño y la ejecución de estrategias eficaces para este proceso, hay que ser igualmente consistentes con las normas de calidad internacional, así como sensible a la cultura organizativa de la universidad.

El plan de internacionalización estratégica de la educación superior puertorriqueña deberá desarrollar, supervisar, comunicar e integrarse eficazmente a las operaciones de la Universidad, como una herramienta racional y sistemática para lograr los cambios necesarios que se persiguen en este renglón.