El planeta Tierra está organizado en una sociedad internacional compuesta por diversos actores cuyas relaciones entre sí están reguladas por el Derecho Internacional Público (DPI).

Aunque hay veces que se puede tener la impresión falsa de que las leyes internacionales no se cumplen y el mundo vive en una anarquía, no es cierto. El cumplimiento del DIP es mucho mayor que su inclumpiento, y cada día que pasa, la humanidad progresa en su perfeccionamiento.

El Derecho de Descolonización, que es parte del DPI, es muy claro al señalar que son tres (3) las vías de descolonización: la anexión, la independencia y la libre asociación. Ni son dos, ni existe una cuarta, por lo que señalar lo contrario es un acto de ignorancia e irresponsabilidad. No existe espacio para reescribir, interpretar, imaginar o inventar sobre lo que establece el DIP, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos.

Quien señale irresponsablemente que la libre asociación es un tipo o modalidad de independencia debe igualmente admitir que el Estado Libre Asociado (ELA) territorial o colonial es un tipo o modalidad de anexión o Estadidad.

Si el DIP es tan claro, y así el mundo lo entiende, es incomprensible el empeño de algunos en tergiversarlo, ocultarlo, o cambiarlo a menos que sea un acto de ignorancia crasa, lo que no lo hace excusable.

Es igualmente importante tener muy claro que el ELA territorial o colonial no es una libre asociación pues fue creado con anterioridad al Derecho de Descolonización, por lo que no cumple con los requisitos de las tres fórmulas de descolonización. En otras palabras, cualquier status político que no cumpla con una de las tres fórmulas descolonizadoras establecidas por el DIP solo puede ser una colonia. Ninguna ley o decisión judicial nacional puede cambiar esta realidad, pues es un fundamento básico del DIP su supremacía sobre lo nacional. No se trata de ser dogmático o inflexible, sino respetuoso de la ley.

Probablemente, los ataques y el desdén que recibe el DIP y la libre asociación, por algunos en Puerto Rico, responden a que la libre asociación es la fórmula descolonizadora que mejor sirve a los intereses de la mayoría de los puertorriqueños (anexionistas, independentistas y soberanistas). Además, si contestamos con objetividad y honestidad qué desea los Estados Unidos en su relación política y económica con Puerto Rico, no hay duda que la respuesta sería la libre asociación.