El conflicto palestino israelí
El conflicto palestino israelí es la raíz de la inestabilidad en Medio Oriente. Tres millones de palestinos son estrangulados económicamente y militarmente por parte de Israel. No puede haber un proceso de paz unilateral y toda iniciativa debe estar fundamentada en el Derecho Internacional Público. El principal obstáculo para alcanzar una solución al conflicto es el convencimiento israelí de que tienen el poder militar y apoyo internacional, dígase los Estados Unidos (EE.UU.), para imponer su visión de lo que debe ser el Medio Oriente. Por otro lado, luchas internas palestinas, avivadas por el gobierno israelí, favorecen a los intereses de Israel.
La continua intensificación actual del conflicto palestino israelí tiene su origen en la paralización de toda iniciativa de paz a raíz de los ataques terroristas del 11S en los EE.UU., por lo que hoy no hay ninguna esperanza.
Con la solución del conflicto palestino israelí los EE.UU. podrían beneficiarse de una mejor imagen ante el mundo árabe y musulmán. Todos estábamos convencidos de la capacidad norteamericana de influir positivamente en Israel para alcanzar una paz negociada, pero el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu demostró lo contrario. No tengo duda alguna que sin un cambio de gobierno en Israel no habrá una solución negociada al conflicto. A modo de ejemplo, hoy las relaciones bilaterales entre Israel y los EE.UU. están en su nivel más bajo desde que se fundó el Estado de Israel en 1948.
Existen muchos obstáculos para lograr una paz justa entre palestinos e israelíes. Uno de los muchos retos que no se menciona regularmente es el tema del agua. Israel se ha apoderado de los recursos acuíferos palestinos lo que hace inviable el desarrollo de una economía palestina. Por otro lado, existe una escasez y contaminación del agua en toda la región que empeora la capacidad de suministro en un país como Jordania que es uno de los 10 países del mundo con menos recursos de agua al recibir sólo 10 pulgadas de lluvia anuales. Este panorama es aún más desolador si tomamos en cuenta el factor poblacional en la región que se espera en el 2025 se multiplique por dos.
Para el mundo árabe un proceso de paz y reconciliación en Medio Oriente debe comenzar por la solución justa y duradera del conflicto palestino israelí. No podemos caer en la ingenuidad de que la solución al conflicto resolverá todos los problemas de la región, pero es la dirección correcta hacia la paz. Esperemos que el pueblo israelí en el que se encuentran judíos, musulmanes, cristianos y drusos opten por un nuevo gobierno israelí que abrace la paz y la negociación,