¡Si yo tuviera un dólar por cada vez que escucho esta pregunta!: “¿Es cierto que la felicidad completa en el amor solo la alcanzamos cuando encontramos a nuestra alma gemela? ¿Qué debo hacer para encontrar la mía? ¿Y si no la encuentro nunca, qué hago?”

¡No se me pongan tan trágicos, mis amigos mágicos!, Todos tenemos esperanza de encontrar una buena conexión de almas en esta vida y en el momento en que nos corresponde aunque no seamos conscientes del mismo. Lo importante es que estemos relajadamente abiertos a las señales.

Vamos a entender de donde nos viene esta idea de las almas gemelas que muchas veces nos deprime cuando estamos solos o solas.  Estas son teorías muy antiguas de los filósofos griegos (de Platón, especialmente), que nos hablan de la decisión de los dioses del Olimpo de separar las almas de los seres mortales para dominarlos y mantenerlos buscando a su otra mitad o a “su media naranja”. Ahora sabemos que esa situación es análoga con lo que ahora llamamos el “Big Bang” y que el Zohar o Libro del Esplendor de la Kabbalah o misticismo judío advirtió — antes de que la Ciencia lo descubriera — que hubo una gran explosión cósmica que lanzó en una multitud incontable de pedacitos todo el material cósmico por todo el Universo conocido. Pues estas teorías nos hablan de que esas almas gemelas contenidas en esos pedacitos diseminados son vibraciones complementarias que se deben unir para evolucionar espiritualmente en este mundo. El equivalente para nosotros hoy día sería como mirarnos en el espejo. Ahora, dîganme ustedes: ¿cómo encontramos ese pedacito que salió disparado al otro extremo de la galaxia y que se supone que nos va a complementar para ser felices? Y por otro lado, ¿quién quiere vivir miråndose al espejo todo el el día, para verse a sí mismo respondiendo “sí” a todo (que aburrido), y que además no nos aporta ni una chispa que encienda la pasión? ¿Tu quieres eso? Yo no. Me parece mas exitante encontrar otros puntos de encuentros que me sorprendan pero también sentarnos a  escucharnos y aprender de los demás. Si encima hay una atracción sexual poderosa: ¡santo y bueno!  Esa es una autentica pareja “gemela”, no una persona que se ha casado con ella misma. (Salvo la madrastra de Blanca Nieves…)

Así que echemos a un lado esas antiguas teorías y vivamos el presente porque les tengo una gran noticia: a cada edad y circunstancias que vivimos tenemos la oportunidad de encontrar un alma gemela que nos encandile y y haga exclamar: “¡Eureka! ¡Encontré a mi llama de amor, mi alma gemela! No es perfecto(a), pero es un reto delicioso!”

Y esto ocurre porque a cada edad neceitamos distintas cosas. Seamos sinceros y valientes: ¿quienes de ustedes se casaron con su “alma gemela” a los 20 o 30 años? Seguro que juraban que se casaban con el hombre o la mujer perfectos para toda la vida. Pero al cabo de los años, cuando miran a su cónyuge durmiendo “a pata suelta y roncando” en su cama se encuentran con un(a) extraño(a). Ya no comparten como antes; ya no se entienden. Y no es culpa de nadie: los seres humanos tenemos una evolución personal muchas veces intransferible.  Y esto es lo maravilloso de las almas gemelas que encontramos a lo largo de nuestra vida: a cada paso evolutivo nos sincronizamos o no con otras almas que estan en nuestra búsqueda o no. Y cuando coincidimos: ¡Fiesta! Clamamos al mundo que por fin encontramos nuestra alma gemela y lo que en realidad ha ocurrido es que sintonizamos con alguien que entiende a la persona que hoy somos (no la del “Senior Prom”) y nosotros entendemos la etapa de la vida por la que ellos atraviesan. ¡Felicidades! Solo les pido que sean sinceros; que no tengan miedo de que ver quienes son ustedes mismos con sus experiencias, cicatrices y sabiduría de la vida. Hay alguien allí afuera que está buscando lo mismo que nosotros. Les voy a dar siete (7) señales sencillas de conexión mental y telepática para detectar a su “alma gemela”, no importa la edad que tengan ni las experiencias que hayan vivido.

1. Saben lo que esa persona especial esta pensando, haciendo o sintiendo sin necesidad de hablar del tema.
2. Comparten los mismos pensamientos y sentimientos sobre un tema.
3. Conversan “mentalmente:” con esa persona especial cuando están a solas.
4. Sienten que pueden ver a travé de su alma. Sienten una empatía instantánea. No la juzgan, la sienten.
5. Comparten una serie de sueños que desean realizar.
6. Comparten ideas, intereses y gustos similares. No sienten que se tienen que sacrificar para complacer al otro.
7. Comparten también una serie de fallas o retos en su personalidad y se apoyan.

Respondan sinceramente a este “test” pensando en su pareja actual o en esa persona que les atrae mucho o poco y todavia no les convence de que pueda ser su “alma gemela” en esta etapa de tu vida.

Les ruego que no sigan llorando por ese amor que se fue; ese que juran que fue su “alma gemela” probablemente lo idealizaron en el recuerdo. Pero su tiempo paso. Y si de verdad tuvieron la gran fortuna de compartir durante una etapa con una persona que a veces llegaron a llamar “mi mejor parte”: !enhorabuena! Que esta experiencia les sirva para apreciar generosamente a esa otra persona que vendrá a amarles y a ser amada por ustedes.

¡Les deseo que encuentren pronto ese amor!

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