La trilogía del destino
Enero es el mes de lanzamiento para el año universal que compartimos todos en este planeta. En este mes ciframos nuestras ilusiones y repasamos lo que ha sido nuestro año pasado. No importa la cultura, las creencias o las condiciones de vida, lo cierto es que este mes de enero lo tomamos para meditar sobre las metas que deseamos alcanzar y enterrar lo que ya no queremos mas en nuestra vida. Es una mezcla de fantasía y realidad; es la proverbial “cuesta de enero” que debemos subir con esfuerzo para pagar deudas y confrontar la vida real después de la magia de la Navidad. Y también es el momento en que nos cuestionamos: ¿Hasta qué punto lo que nos ocurre en la vida es el destino que no podemos desviar?
De la antigua sabiduría china nos viene el concepto de “el destino” como una trilogía. Se resume en que las personas moldeamos nuestro entorno y nuestro entorno nos moldea a nosotros y, también, en que nadie nace en este mundo exento de equipaje. Esta trilogía del destino se compone de las siguientes “suertes” o elementos fundamentales:
- La suerte del cielo, que es el destino que no podemos cambiar y para el cual nacimos. Todos nacemos con una serie de atributos que marcan nuestro carácter y gustos, y a partir de estos es que moldeamos nuestra vida.
- La suerte de cada ser humano, que depende de la actitud y el esfuerzo que despleguemos a lo largo de nuestra vida. Las decisiones que tomamos, las elecciones que hacemos, influyen en la clase de vida que nos hacemos. Tenemos el poder de cambiar nuestras circunstancias.
- La suerte de la tierra, que depende de los lugares donde nos ubicamos y las edificaciones que nos rodean. Dónde nacemos y dónde vivimos tiene un efecto directo en nuestra vida. Quedarnos en el lugar en el que nacimos o desplazarnos a otros, voluntaria o involuntariamente, tiene un efecto especifico en nuestra vida.
Esta filosofía sirvió de base para el desarrollo del Feng-Shui (que significa viento y agua), hace mas de cinco mil años en China. Recordemos que todos los principios de la sabiduría china se basan en la observación sistemática de los elementos de la naturaleza. Nada se deja al azar; todo es producto de un seguimiento meticuloso de las fuerzas naturales con las que convivimos en este planeta Tierra.
Y con esta guía podemos analizar lo que ha sido nuestra vida hasta el presente y lo que deseamos hacer con ella de aquí en adelante. Recuerda que este sábado 13 de enero a la 1:30 pm tendremos el Taller Vivencial “¿Malas vibras? ¡No, gracias!” en El Caldero Mágico en San Mateo 1611, Santurce. Separa tu espacio llamando al (787) 510-0711 ¡Cupo limitado y deseamos verte allí!
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