Yo tenía Internet que a mí me alumbraba, yo tenía Internet que a mí me alumbraba, y venia la brisa fuá…

Luego de pasar varios días sin el servicio de energía eléctrica, observando el horizonte desde mi balcón, admirando el cielo estrellado, satélites brillando y por muchas horas haciendo detox tecnológico, Internet nunca me abandonó.

Una de las ventajas de la famosa red de redes es que su operación no depende del manejo de la energía de un país, tampoco de un apagón general. La razón es que debido a su diseño, este consiste en la interconexión de millones de redes compuestas por proveedores de servicios, gobiernos, universidades, empresas privadas y personas de todo el mundo. ¡No se apaga!

Es importante señalar que la infraestructura de la red es una abierta que opera de manera independiente y que las diferentes organizaciones participantes en la toma de decisiones consideran las necesidades tecnológicas del resto del mundo. Ningún organismo de modo individual tiene su control absoluto.

Durante el apagón ocurrido el pasado miércoles, 21 de septiembre de 2016, que dejó a oscuras una gran parte de Puerto Rico, Internet no dejó de funcionar. La falta de energía eléctrica en algunos casos pudo ser un factor para que no se energizaran algunos equipos tecnológicos necesarios para que la red ejerciera su función de comunicarnos. Internet es más amplio que Google, Twitter, Facebook y que un “hashtag”, es un ecosistema complejo pero a su vez interesante y le llamo con vida propia.

La importancia de su Gobernanza Digital

Podemos mencionar tres capas en la gobernanza digital que inciden en Internet. Las capas son la social y económica, la lógica y la infraestructura. Esta última pudo verse afecta de alguna manera por el apagón. Podemos mencionar varias vías por dónde nos conectamos y sin energía pudo haberse trastocarse su funcionamiento. Algunas son los sistemas inalámbricos, los cables submarinos, los cables terrestres, los satélites y los puntos de intercambio de Internet (IXP). Por supuesto, esto es posible gracias a los actores que participan de forma activa de dicha gobernanza.

Un apagón de la magnitud del ocurrido en nuestro país, de alguna manera pudo haber impactado diferentes tecnologías de información y comunicación, seguridad cibernética, medios de comunicación entro otros aspectos como el desarrollo económico. Es importante que siempre preparemos nuestros planes de contingencias, incluyendo el resguardo de nuestra información y datos, ya sea replicando los misma fuera del país o utilizando las bondades del “cloud computing”.

Con esta nota no busco resolver nuestros retos energéticos, solamente invito a la reflexión de lo finito que podemos estar en cuanto a infraestructura y contingencias. Existen alternativas innovadoras para estar preparados de un sopetón eléctrico y que este no nos deje solamente mirando el cielo estrellado.

Por último, y como referencias les comparto los enlaces del Departamento de Energía de Estados Unidos (energy.gov) y la Comisión Europea de Energía (ec.europa.eu/energy) donde podrán encontrar “tips” para poder ahorrar energía en nuestros hogares y proteger nuestros equipos tecnológicos y enseres. De esta manera aportamos nuestro granito de área al restablecimiento del servicio eléctrico en nuestra Isla.

Aprovechemos la luz que no se apaga llamada Internet.

Puedes comunicarte conmigo en las redes sociales Twitter y Facebook: @norcruz