La ruta hacia la conectividad universal
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo especializado en el área de telecomunicaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer su más reciente Reporte de Conectividad Global 2022. En este ejemplar la UIT presenta los avances de la conectividad digital durante el transcurso de las últimas tres décadas. En el documento se incluye una evaluación del estado actual y el camino recorrido para lograr que el mundo pueda contar con conectividad qué tan pertinente es hoy en día.
A través de los años se han creado múltiples brechas digitales que van desde ciudades enteras hasta zonas rurales. Tanto es así que mucha gente disfruta de conexión de fibra mientras otros luchan para conectarse. Uno de los temas que encontré muy importante en el reporte es la conectividad universal, la posibilidad de que podamos disfrutar de una experiencia en línea segura, enriquecedora y sobre todo accesible y que será un imperativo para esta década.
La pandemia del COVID-19 ha sido un ejemplo de la importancia de estar conectado a Internet. Para muchos nuestra vida pudo continuar porque pudimos tener trabajo remoto, estudiar en línea y hasta recibir servicios médicos a través de telemedicina. Sin embargo, es importante señalar que gran cantidad de personas tuvieron el privilegio de estar conectados, pero no fue así para otros. La pandemia puso en vitrina la exclusión digital, donde otros simplemente quedaron rezagados al no poder estar conectados y ser privados de recibir un trato igual.
Estar conectado tiene un impacto significativo en nuestro diario vivir y es parte esencial para tener desarrollo sostenible en un país. Tener acceso a Internet significa nuevas formas de comunicarnos, colaborar entre nosotros, acceder a nuevos servicios y adquirir nuevos conocimientos. Pero no es la realidad para los grupos marginados y que son más vulnerables.
En este reporte de UIT se plantean varios desafíos entre ellos cómo cerramos la brecha de cobertura. Un 95 por ciento de la población mundial pudiera estar dentro del alcance de una red banda ancha móvil, mientras otros 390 millones de personas no tienen posibilidad de conectarse a Internet. Otro aspecto es como cerramos la brecha de uso donde uno de cada tres de las personas que tienen las posibilidades de acceder a una conexión no lo pueden hacer por el costo prohibitivo del servicio. Por último, otras personas simplemente no cuentan con un dispositivo tecnológico y más aún, no tienen ni el conocimiento y les falta habilidades para utilizar los mismos.
Todavía queda mucho que podemos hacer para potenciar el uso de Internet. En resumen, este reporte de conectividad nos invita a reflexionar sobre la importancia de reducir las diferentes brechas digitales, nos ofrece una mirada amplia a todo este ecosistema y cómo debemos continuar creando resiliencia para enfrentar futuras crisis.
En una próxima entrada de blog compartiré otras áreas de interés presentadas en el reporte y que sin duda alguna nos podrán servir de marcos de referencias para iniciativas futuras que podrían ser parte de nuestra transformación digital que muchos anhelamos en Puerto Rico. Como decimos los que conformamos la comunidad global de Internet Society, “a medida que el mundo cambia, necesitamos Internet más que nunca”.