Secretario del Tesoro: “Voy a contar lo que vi”
Acompañado por una docena de periodistas que viajaron con él desde Washington, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, buscó ayer poner una cara humana para el público estadounidense a las demandas que le hace al Congreso para que otorgue al gobierno de Puerto Rico un mecanismo para reestructurar su deuda pública.
Como parte de una visita de siete horas y media a San Juan, Lew fue primero con el gobernador Alejandro García Padilla y el secretario de Educación, Rafael Román, a la escuela elemental Eleanor Roosevelt de la urbanización Roosevelt en Hato Rey.
Luego, junto a la secretaria de Salud, Ana Rius, dio un recorrido por instalaciones del Centro Médico.
Antes de pasar a sus reuniones en La Fortaleza con el gobernador Alejandro García Padilla, y el liderato legislativo, el secretario Lew – siempre acompañado por su consejero Antonio Weiss-, caminó por el decaído Paseo de Diego junto al presidente de la Cámara de Comercio, José Vázquez Bartet.
Periodistas del Wall Street Journal, Fox Business, Politico, Associated Press, USA Today, Financial Times, National Public Radio, Bloomberg, The Atlantic, The New York Times y Huffington Post, viajaron con el secretario Lew. El Nuevo Día también estuvo en el grupo.
“La crisis financiera es más que una cuestión de bonistas”, dijo Lew, en la escuela Eleanor Roosevelt, con el gobernador a su lado. Una hora antes, cerca de las 1:15 p.m, el avión oficial del gobierno estadounidense había tocado tierra en la base aérea Muñiz.
En la escuela, la principal y una maestra de kindergarten explicaron al secretario Lew cómo han ido empeorando los problemas de infraestructura en el aula, la poca capacidad del sistema eléctrico y la presencia de termitas en varios salones, incluido el comedor escolar.
“Las condiciones en esta escuela demuestran que no hay mucho espacio para maniobras”, sostuvo Lew, quien como parte de su visita quiso dramatizar su llamamiento al Congreso para que apruebe legislación que le ofrezca a Puerto Rico un mecanismo para reestructurar su deuda y al mismo tiempo provea “supervisión” sobre el manejo de los asuntos fiscales del gobierno de la Isla.
Para García Padilla, esta segunda visita del secretario Lew en 2016, aunque incluyó reuniones con las autoridades de la Isla sobre las negociaciones con el liderato republicano del Congreso en torno al proyecto que impondría una junta federal de control fiscal por encima del gobierno de Puerto Rico, le permitió “ver de primera mano las cosas con las que estamos lidiando todos los días debido a una crisis que heredamos”.
“En la cafetería, si llueve, no pueden prender la luz”, dijo el gobernador.
El secretario Lew fue llevado también al salón para estudiantes de educación especial y al de la maestra de Ciencias Naturales, Deborah Cruz, quien enseña los grados cuarto, quinto y sexto.
“Sigan haciendo sus trabajos, que nosotros vamos a hacer el nuestro para ayudarles”, dijo Lew en inglés a los estudiantes. No está claro si le tradujeron a los muchachos las expresiones del Secretario.
En el Centro Médico, Lew fue a la unidad de trauma de Emergencias y a la sección neonatal del hospital de Niños. De las 14 camas en la unidad de trauma solo una estaba en uso.
“Ha sido una semana tranquila”, dijo el director ejecutivo del hospital, Juan Nazario, quien le narró al secretario del Tesoro los malabares que hacen para sortear las cuentas, la compra de medicamentos, suministros y la nómina.
Pese a los temores sobre el zika, la secretaria de Salud le indicó que en cinco meses solo han tenido 26 hospitalizaciones relacionadas al virus.
El director ejecutivo de la Administración de Seguros de Salud (ASES), Ricardo Rivera, aprovechó para subrayar el precipicio fiscal a que se enfrenta el sistema de salud y el plan del gobierno Mi Salud – del cual se benefician 1.6 millones de personas-, ante el agotamiento de los fondos de Medicaid de la reforma federal de salud.
Nazario, además, expresó preocupación por la continua pérdida de doctores y enfermeras (os).
En la conferencia de prensa que ofreció al salir del recorrido por el Centro Médico, el secretario Lew dijo que le rompió el corazón, conocer que para el tratamiento de niños con cáncer solo pueden recibir sus medicinas “si pagan en efectivo por adelantado, unos días pueden, otros no”.
“No pueden mantener el inventario para darle a pequeños bebés la diálisis que necesitan”, sostuvo Lew.
Ya en Río Piedras, Lew tuvo un corto tour por la sección final del paseo de Diego hasta el Instituto la Nueva Escuela, donde se reunió con sectores empresariales y cívicos. Vázquez Bartet le habló de la clausura de cerca del 80% de los negocios del Paseo de Diego.
El Secretario del Tesoro tuvo además un encuentro en La Fortaleza con el gobernador, el congresista demócrata Raúl Grijalva – portavoz de la minoría en el Comité de Recursos Naturales de la Cámara baja federal-, y los presidentes de las cámaras legislativas de la Isla, Eduardo Bhatia y Jaime Perelló.
“Comparamos nota sobre donde está el proceso legislativo. Examinamos los próximos pasos. Ellos están también buscando una solución que funcione y están dispuestos a hacer algunas transacciones, si hay una reestructuración que funcione. Si no hay una reestructuración que funcione no hay que hacer transacción alguna”, dijo Lew en la base aérea Muñiz sobre sus reuniones en La Fortaleza.
En una mesa redonda con periodistas, el Secretario del Tesoro afirmó anoche que el Congreso debería dejar en manos de la propuesta nueva autoridad federal fiscal sobre Puerto Rico la posibilidad de equilibrar los intereses de la gente, el gobierno y sus acreedores, a la hora de reestructurar la deuda pública de la Isla.
“La junta tiene que tener el poder de equilibrar todos los intereses”, indicó Lew, quien insistió en su viaje en dar cierta protección a la deuda de los sistemas de retiro de los empleados públicos, para no dar un golpe duro a los jubilados del gobierno.
En la conferencia de prensa, en varias ocasiones, el secretario del Tesoro volvió a minimizar la posibilidad de que el Ejecutivo estadounidense pueda tomar medidas administrativas si el Congreso no aprueba legislación antes del 1 de julio, cuando el gobierno de Puerto Rico tiene pendiente el pago de cerca de $2,000 millones en el servicio de la deuda.
“No hay una bala de plata o mágica. La solución es legislativa. La solución es que el Congreso tiene que aprobar la reestructuración y autoridad de supervisión. El que crea que hay posibles alternativas a eso, se va a desencantar, porque no hay una alternativa que pueda lograr lo que puede lograr una legislación”, en el lado del Ejecutivo, sostuvo Lew, a pesar de que diversos sectores, más recientemente el presidente del Partido Popular Democrático (PPD) y candidato a gobernador, David Bernier, le han pedido que sirva de mediador en negociaciones entre el gobierno de Puerto Rico y los acreedores, o el gobierno federal compre o garantice bonos de la Isla que permitan suavizar la carga de la deuda.
El avión del gobierno estadounidense salió de San Juan alrededor de las 8:43 p.m.. Regresó a la base aérea Andrews, en Maryland, alrededor de las 12:11 a.m. del martes.
Antes del viaje de retorno, Lew hizo claro buena parte del propósito de su visita de ayer a la Isla, que coincide con el nuevo intento del liderato republicano de la Cámara baja federal de echar hacia delante legislación que imponga una junta federal de control fiscal por encima del gobierno de Puerto Rico y permita reestructurar una buena parte de la deuda pública de la Isla.
“Es una crisis que se siente y se palpa, mientras hablas con la gente. El costo humano no es abstracto. Es una crisis que se pone peor y peor. Cuando regrese a Washington – afirmó el Secretario del Tesoro-, voy a contar lo que vi”.