Dentro de la encuesta reciente del diario The Washington Post que reflejó que solo el 15%  y el 31% de los residentes de Puerto Rico creen que el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el gobernador Ricardo Rosselló, respectivamente, tuvieron un buen desempeño en el manejo de la emergencia ocurrida en la isla después del huracán María, hay también preguntas políticas.

Entre ellas, el tema del status.

Como se conoce, en medio del boicot de la oposición y la participación de solo el 23% de los electores, la estadidad obtuvo el 97% de los votos en el más reciente plebiscito de status, celebrado en junio de 2017.

Al auscultar durante el verano los puntos de vista de los residentes de Puerto Rico sobre la respuesta de los gobiernos estadounidense y puertorriqueño a la emergencia causada por el huracán María,  el sondeo del Post preguntó si la Isla debe encaminarse hacia la independencia, la estadidad o continuar como un territorio estadounidense.

Los resultados deben poner en perspectiva por donde  andan las aspiraciones de los residentes de Puerto Rico, tras enfrentarse a una catástrofe de proporciones históricas.

Un 48% de los que respondieron la encuesta afirmó favorecer la estadidad, un 26% se expresó a favor del status territorial (colonial) y un 10% dio su respaldo a la independencia. Un 16% no quiso responder o dijo no tener posición.

El 48% a favor de la estadidad representa un porcentaje al que se ha acercado esa fórmula de status cuando ha habido una participación tradicional y un frente a frente con las otras alternativas. Porcentualmente es la mitad del que obtuvo en el plebiscito de hace 15 meses, cuando los estadistas fueron prácticamente solos a las urnas.

Los populares tienen también que poner el oído en tierra. La continuación del territorio alcanza el 26% en momentos en que los tribunales y la ley Promesa han desenmascarado la realidad colonial del llamado Estado Libre Asociado.

Con respecto a la independencia, el 10% es quizá el porcentaje más alto de los últimos tiempos para ese ideal en una encuesta de opinión reconocida. Es notable que ocurra en momentos en que los encuestados se expresaban desencantados con la respuesta federal, pero también cuando el proceso de recuperación delineado por el gobierno de Puerto Rico depende en gran medida de los fondos que se le reclaman a Washington.

Otra pregunta buscó conocer si los residentes de Puerto Rico pensaban que el Congreso tenía demasiado, muy poco o la cantidad correcta de control sobre la isla.

Quizá para sorpresa de muchos – si se toma en cuenta que estamos en  tiempos de la ley Promesa, la junta de control fiscal y el esfuerzo del gobierno de Puerto Rico a favor de la estadidad-, el 46% consideró que el Congreso ejerce muy poco control sobre la Isla.

Un 29% mantuvo que el control que mantiene el Congreso es demasiado, y un 11% lo consideró adecuado.

El estudio del Washington Post también quiso conocer el grado de vinculación que sienten los residentes de Puerto Rico con los partidos estadounidenses. La reciente participación en primarias presidenciales ha demostrado que solo una minoría de los residentes de Puerto Rico se asocia con esos partidos, y que los que lo hacen, se expresan 2 a 1 a favor de los demócratas.

La encuesta lo confirma. Según el estudio, solo el 10% de los entrevistados se percibe como republicano y un 22% demócrata.

Para sorpresa de pocos,  dos tercios de los que respondieron no expresaron sentir  alguna vinculación con los partidos de Estados Unidos.

*El estudio fue realizado entre el 3 de julio y el 20 de agosto pasado, por medio de 1,500 entrevistas a personas residentes de la isla, que vivieron la experiencia del huracán María. La encuesta tiene un margen de error de 3.5%.