Blogs: Desde Washington

Noticias

Desde Washington

Por
💬

El mensaje republicano sobre status

Como delegado de Texas, el doctor Dwayne Collins participó en la convención presidencial republicana de la semana pasada en Cleveland, Ohio.

Para el médico veterinario, de 57 años, la asamblea de Cleveland representó su primera convención presidencial.

Como muchos de sus colegas,  cuando la convención presidencial del GOP aprobó el lunes el plan de gobierno republicano 2016 ni siquiera lo había visto. Menos aún estaba pensando en el lenguaje electoral republicano sobre Puerto Rico.

Collins, no obstante, ve favorablemente que Puerto Rico algún día se convierta en un estado, siempre y cuando ordene sus finanzas y “no represente una carga para Estados Unidos”.

Aunque no considera que la identidad cultural puertorriqueña y el hecho de que el español es el idioma común de la Isla sean impedimentos para la estadidad, el médico texano defiende que el inglés sea la única lengua oficial de Estados Unidos.

“Para mí lo importante es conocer si Puerto Rico puede sostenerse a sí mismo como estado o si va a ser una carga para el resto de Estados Unidos. Arreglen sus cosas, tengan una buena Constitución estatal, un buen gobierno y no tengo problemas”, dijo Collins.

La visión del doctor Collins de que Puerto Rico no está listo para iniciar un proceso hacia la admisión como estado 51, como propone el liderato del Partido Nuevo Progresista (PNP), no es aislada.

En gran medida coincide con el mensaje que dejó la convención presidencial republicana.

La idea de estadidad ahora, no encuentra espacio.

Tanto el plan de gobierno republicano como el gobierno del presidente Barack Obama están de acuerdo en que a nivel federal ya está legislada la respuesta al plebiscito de 2012.

Si se quiere una nueva consulta, tendrá que ordenarse en San Juan, con la alternativa de echar mano a los $2.5 millones propuestos por la ley federal de enero de 2014 a cambio de que la jefatura del Departamento de Justicia de Estados Unidos revise la constitucionalidad de las alternativas de status. (Claro, si la todopoderosa junta federal de control fiscal aprueba asignar más fondos, pues esos $2.5 millones federales no son suficientes).

El lenguaje del plan electoral 2016 del partido de Donald Trump dice lo siguiente: “Respaldamos el derecho de los ciudadanos americanos de Puerto Rico a ser admitidos a la Unión completamente como un estado soberano. Reconocemos además el significado histórico del referéndum local del 2012 en el cual un 54% votó por terminar la relación actual de Puerto Rico como un territorio, y un 61% escogió la estadidad sobre opciones de soberanía nacional separada. Apoyamos el referéndum sobre status político autorizado y financiado por una ley del Congreso en el 2014 para determinar las aspiraciones del pueblo de Puerto Rico. Una vez el resultado del voto local del 2012 a favor de la estadidad sea ratificado, el Congreso debe aprobar una ley habilitadora que contenga los términos para la admisión futura de Puerto Rico como el estado 51 de la Unión”.

Es sin duda, una mejora notable en comparación con los recientes programas de gobierno republicanos, que vuelvo a acentuar que han significado poco para los funcionarios electos, igual que sucede en el lado demócrata.

Por un lado, el plan republicano respaldó directamente la estadidad, sin condiciones. Y reconoce los resultados del referéndum local, tanto el rechazo al status colonial actual como el 61% de la segunda pregunta a favor de la estadidad, sin aludir a las papeletas dejadas en blanco.

Pero, el GOP ha hecho claro que para echar hacia adelante la estadidad se requiere otra consulta local.

Los tres invitados del Partido Republicano de EEUU en Puerto Rico a sus reuniones mañaneras durante la convención republicana de Cleveland reafirmaron que lo primero es resolver la crisis fiscal y que antes de un proyecto de admisión como estado 51 se requiere otra consulta.

Alan Cobb, asesor en Política Pública y director de Coaliciones de la campaña de Donald Trump, sostuvo el martes que el proceso hacia la estadidad tiene “un largo camino” y que la crisis fiscal “no ayuda”.  También reveló que el lenguaje original, presentado por el mismo Comité Nacional Republicano (RNC), era “horrible” y  representaba una dura crítica a Puerto Rico.

El miércoles, el puertorriqueño Raúl Labrador, congresista republicano por Idaho, reafirmó lo que había dicho a preguntas de El Nuevo Día a mediados de abril: que lo urgente es atender la crisis. “En este momento tenemos que resolver los problemas (fiscales), que se pueden resolver con buenos líderes”, dijo el puertorriqueño Labrador. En abril, Labrador ya había indicado que era imposible pensar que el Congreso se involucrara ahora en impulsar una solución al debate de status.

El jueves, Andy Harris, congresista republicano por Maryland, se sumó al coro que no ve posible avanzar ahora un proyecto que le ofrezca la estadidad a la Isla, pues piensa que el plebiscito de 2012 fue confuso y que la prioridad debe ser la crisis, la cual el gobierno federal ha decidido atender bajo un sistema de bancarrota que solo aplica a territorios.

“Queremos escuchar de los ciudadanos de Puerto Rico otra vez en torno a cuán firmemente respaldan la idea de ser admitidos como el estado 51”, sostuvo Harris.

Antes de pensar en la admisión de Puerto Rico como estado, dijo Harris, es clave ver “si todas las estrellas se alinean”, lo que a su juicio supone conocer “si el problema de la crisis se atiende apropiadamente, (y) cuán abrumador o si es suficiente el apoyo a la estadidad”.

Jenniffer González, presidenta del Partido Republicano de EEUU en Puerto Rico, representante del PNP y candidata a comisionada residente en Washington, descarta frenar su intención de presentar en enero, si gana las elecciones de noviembre, un “proyecto de admisión” y echar hacia delante el llamado Plan Tenesí – que representa enviar unos siete cabilderos de la Isla como si fueran representantes al Congreso-, para avivar el reclamo de “estadidad ahora”.

Dijo que Labrador y Harris – los que reconoce como aliados y colaboradores de los estadistas-, son solo dos de los miembros del Congreso. Y tiene razón.

Pero, Labrador y Harris son parte de solo una docena de republicanos –  de un total de 247 miembros que tiene el caucus de la mayoría cameral en esta sesión del Congreso-, que ha respaldado el proyecto pro estadidad del comisionado Pedro Pierluisi, que es menos agresivo que el “proyecto de admisión” que sugiere González.

Ni Ricardo Rosselló ni Jenniffer González dicen ahora cuanto esperarían a ver si avanza el posible proyecto de admisión.

El plan del expresidente del PNP Pierluisi era convocar en la primavera de 2017 a un referéndum estadidad sí o no. Es decir, volver a menear la olla.

De ahora a las elecciones de noviembre, si el gobierno de Alejandro García Padilla decidiera convocar en 2016 a un referéndum de status, el PNP aceptaría un referéndum estadidad o independencia.

Pero en enero volverían al reclamo de estadidad ahora.

Muchos activistas de la base del PNP que elevó a la dirección de su partido a Rosselló y a González consideran que la estadidad ya ganó y que lo próximo debe ser una oferta federal para admitir a la Isla como estado.

La respuesta en EEUU, republicana y demócrata, sigue siendo que lo tienen que intentar otra vez.

💬Ver comentarios