Nueva generación estadista en el Congreso
Siguiendo los pasos del congresista José Serrano, Ritchie Torres no titubea con el estatus
Aunque no han confirmado oficialmente los resultados del pasado 23 de junio, Ritchie Torres aparenta ser el ganador de la nominación del Partido Demócrata para el 15to distrito congresional de la ciudad de Nueva York, lo cual casi garantiza la victoria en noviembre.
Ya Ritchie Torres está haciendo historia– de ganar, sería el primer congresista abiertamente gay latino y/o negro en el congreso. Adicionalmente, el joven concejal de la ciudad de Nueva York también se está posicionando para hacer historia en un tema que no se ha atendido por décadas– el problema colonial de Puerto Rico. Torres cree en la plena igualdad para los ciudadanos americanos de Puerto Rico, igualdad que él entiende solo se puede conseguir a través de la estadidad.
En una columna de opinión publicada el pasado martes en el New York Daily News, Ritchie Torres defendió la estadidad como la única opción descolonizadora viable ante los ojos del pueblo de Puerto Rico. En su escrito, el presunto nominado reconoce los plebiscitos que se han celebrado recientemente y las victorias abrumadoras que han resultado en contra del status actual y a favor de la estadidad. Importantemente, también identifica los vínculos inequívocos que existen entre el status colonial de Puerto Rico y las estructuras discriminatorias que permitieron la segregación racial en los Estados Unidos.
Los que seguimos el tema de Puerto Rico en Washington sabemos que el argumento que tiende a dominar en el Congreso, propulsado principalmente por ciertos grandes intereses corporativos con sus aliados inmovilistas, y amplificado gracias a un sentimiento generalizado de apatía, es que el estatus es un issue muy complicado que solo debe discutirse entre puertorriqueños.
Bajo esta mentalidad el Congreso tiende a enfocarse en legislación parcial que busca conseguir “paridad de fondos” en diferentes programas mientras ignoran el tema del estatus por completo. Aunque esto podría ser un esfuerzo bien intencionado de parte de algunos miembros congresionales, las igualdades que se reclaman solamente se pueden garantizar permanentemente a través de la estadidad– cualquier avance alcanzado pudiera ser fácilmente revocado en el futuro sin un cambio fundamental en la relación constitucional entre Puerto Rico y los Estados Unidos, así como PROMESA anuló muchos de los avances del ‘52.
Intentar atender los problemas de Puerto Rico sin tocar el estatus es como tratar de curar cáncer con Tylenol. No se puede hablar de “auto-determinación” sin propuestas concretas que partan de esa premisa y reconozcan la urgencia del asunto– en eso, Ritchie no titubea.
Con su reciente escrito, Torres se solidifica como luchador proactivo en contra del estatus colonial de Puerto Rico. De esta manera, se une a los llamados de su predecesor, el congresista José Serrano, al igual que al de su futuro colega, el congresista Darren Soto, que buscan ofrecerle la estadidad a Puerto Rico a través de un acta de admisión.
A muchos les sorprenderá que un joven candidato tome posturas tan contundentes en un tema que se pinta como controversial, pero la realidad es que, en gran parte, Ritchie es sólo un producto de su crianza en el Bronx.
Por muchos años, el Bronx sirvió como epicentro del movimiento independentista, particularmente cuando se criminalizó el movimiento en la isla bajo Luis Muñoz Marín. Dado esto, se presumía que la mayoría de los residentes puertorriqueños del Bronx tenían una preferencia por la independencia. Pero si bien es cierto que la comunidad puertorriqueña se ha mantenido firme en sus reclamos para ponerle un fin al estatus colonial, la independencia parece haber perdido casi todo el apoyo que alguna vez tuvo.
El año pasado, una encuesta de ALG Research midiendo a los boricuas residentes de Nueva York arrojó resultados interesantes. A pesar de la fuerte historia nacionalista de esta comunidad, la estadidad resultó favorecida con un 66% de apoyo neto y solo un 24% de rechazo.
Esta tendencia es consistente con los resultados de una encuesta a los residentes puertorriqueños de Florida, también de ALG Research, la cual indica que 81% de los encuestados se expresaron a favor de la estadidad, con solo 12% en contra. La mayoría de los encuestados también indicaron que consideran muy importante que sus potenciales candidatos en 2020 apoyen la estadidad para Puerto Rico, mientras que un 80% respondió que estarían más dispuestos a votar por un candidato que trabaje agresivamente para alcanzarla, irrespectivamente del partido político al que pertenezca.
Todo parece indicar que la desconexión entre la mayoría del liderato puertorriqueño nacional y las voces que pretenden representar está más latente que nunca. Ya sea en el continente o en la isla, es evidente que la estadidad se está consolidando como la opción preferida por la gran mayoría de los puertorriqueños– hecho que no puede seguir siendo ignorado.
La nueva generación de puertorriqueños es abrumadoramente anti-colonialista y estadista, y Ritchie Torres está emergiendo como un líder importante en el asunto urgente de ponerle fin al estatus colonial y comenzar a reconstruir a Puerto Rico.