La salsa pura
Luego de un receso en mis escritos para recargar baterías regreso con nuevos bríos. Gracias a los que siempre me han apoyado en esta columna donde juntos aprendemos cosas nuevas acerca del maravilloso mundo de baile y su historia. Pero vamos a lo que vinimos.
En estos días me puse a pensar cuanto ha cambiado la Salsa en su ejecución al bailarla. Y el auge para bailar Salsa ha sido mayor en el pasado mes ya que hubo competencias de baile en la televisión, en una reconocida compañía de alimentos y en el festival de Salsa que se celebra anualmente en nuestra isla. Qué bueno que la Salsa está viva y que hay muchos bailándola y otros preocupándose por aprender a bailarla.
Pero hay algo que me ha llamado la atención en estas competencias las cuales he tenido el placer de presenciar; y me refiero a la exagerada presencia de “levantadas, piruetas, maromas, alzadas” o como se quiera llamar. Si no me entiende me refiero al hecho cuando el hombre alza o levanta a la mujer para realizarle varias “piruetas” mientras juega con su peso y su cuerpo. No me malinterpreten, entiendo perfectamente que en las competencias este tipo de “piruetas” son algo necesarias para darle algo de vistosidad y variación a la coreografía o improvisación que estén demostrando en ese momento. Hasta ahí todo bien, pero cuando el 90% de una exhibición o presentación se convierte en “piruetas” y el otro 10% se reserva para lo que llamo la salsa pura, esa donde la pureza se define en sabor, sentimiento y soltura pues entiendo que se pierde el balance y la esencia del baile. Y repito, todo eso es válido y más aún en una competencia donde los jueces deben evaluar varios aspectos para escoger a los mejores bailarines.
Recuerdo haber visto en una competencia de Salsa dos o tres parejas que hicieron todas las “alzadas y piruetas” habidas y por haber. ¿ Y la Salsa ? Bien. Es que lo menos que bailaron fue Salsa y sentía que estaba viendo una demostración de patinadores sobre hielo con malabares incluidos pero sin hielo. Y lo mismo lo he visto en lugares tan comunes como en un club nocturno o en el lobby de un hotel.
En fin, hay que tener cuidado de no perder la esencia de lo que significa bailar Salsa y no dejarnos deslumbrar a la hora de bailar o montar una coreografías por cuantas “maromas” podemos hacer para llamar la atención. Una de dos: O me estoy poniendo viejo o la manera de bailar Salsa cambió y todavía no asimilo el cambio. Pero lo importante es que muchos la bailan hoy en día y no la dejan morir. Eso vale. Qué viva la Salsa.
Si desean contactarme para preguntas, comentarios, servicios o para adquirir DVD’s y CD para aprender a bailar Salsa pueden hacerlo escribiendo al email: bailarte4@gmail.com ó accesando a www.bailandoycontando.net
Hasta la próxima.