Sanders quiere democratizar los espacios laborales
La propiedad de este país está absolutamente concentrada en muy pocas manos … Me pregunté cuál podría ser la razón por la que a muchos se les permite mendigar, aunque están dispuestos a trabajar, en un país donde existe una proporción muy considerable de tierras sin cultivar. Parece que esto se debe a la enorme riqueza de los propietarios … – Thomas Jefferson
La desigualdad económica es un problema hace siglos, y en las últimas tres o cuatro décadas va empeorando–desde que el Presidente Reagan logró emplear su carisma para vender el cuento del “trickle down economics”, según el cual la riqueza extrema “gotea hacia abajo” y beneficia a los pobres, así que–decía el presidente, que fue un famoso actor antes de ser político–el gobierno debería favorecer a los ricos. El problema es que es natural que los que tienen dinero y poder usen su influencia para permanecer en el poder. Se ha creado un círculo vicioso de niveles cancerosos de desigualdad arraigada en las estructuras de poder.
Luego de la derrota de 2016 ante Trump–que dejó a muchos liberales confundidos–el Partido Demócrata está produciendo una plataforma que se aleja de las políticas de identidad y se ocupa de los asuntos económicos verdaderos y tangibles que le preocupan a la persona común. Los demócratas revisitan el tema que abordó Jefferson de la “enorme riqueza de los propietarios” mientras se acerca el ciclo electoral del 2020.
Bernie Sanders (a cuyas ideas últimamente hace eco con cada vez mayor frecuencia la senadora Elizabeth Warren) ha propuesto un tipo de socialismo de fondos mutuos, en el cual se requiera a las mega-compañías designar cierta cantidad del ingreso que generan a un fondo controlado por sus trabajadores. De esta manera, los trabajadores se van volviendo capitalistas y pueden influenciar las decisiones que les afectan. La idea es que el obrero no se sienta como un mero diente en la máquina, alienado de su labor y lo que produce, sino que sea partícipe de su empleo de un modo mas democrático.
Esto es radicalmente distinto al modelo de capitalismo tardío al que estamos acostumbrados, que consiste en tener un magnate a cargo de un imperio capitalista, tomando todas las decisiones y ganando un ingreso a veces mas de 400 veces mayor que el de los trabajadores. El incremento exagerado en la desigualdad en una era en que proliferan la tecnologías nuevas que aumentan exponencialmente aún más la concentración de capital en pocas manos, ha hecho que el llamado a abolir los billonarios se haga más ruidoso.
Entre los criticismos al plan, se habla de que desalienta a los emprendedores que quieren empezar grandes negocios y lleva a los inversionistas a poner su dinero en el extrangero para no tener que competir en la toma de decisiones con sus empleados.
Sanders también está empezando a discutir medidas (tanto legislativas como bancarias y educativas) para aumentar el porcentaje de cooperativas de trabajadores en la fuerza laboral estadounidense. Uno de los beneficios principales de las cooperativas laborales es que otorgan un nivel enorme de estabilidad laboral, ya que los trabajadores son a la vez dueños del negocio y participan como tal en la toma de decisiones. El ejemplo mas conocido de cooperativas obreras exitosas es La Corporación Mondragón en España, aunque han habido otros casos exitosos en Argentina y otras partes.
Aunque con el clima actual en el gobierno federal esto suene utópico, quizá al menos esto estimule conversaciones que lleven a algunos a implementar soluciones locales que sirvan de modelo y para aprender en otras jurisdicciones.