Regalos, elogios, felicitaciones, un día para sentirnos “especial”… eso dejémoslo para los cumpleaños. Hoy 8 de marzo de 2017 se conmemora el Día de la Mujer a nivel internacional. ¿Un día para celebrar que somos guerreras y luchadoras, que somos acción y pasión, que somos inspiración y valentía? Eso debemos reconocerlo todos los días.

Hoy más que nada sirve para recordar que aún hay mucho por luchar. Hoy recordamos que existen muchos Héctor O’neill (disculpen la omisión de honorable), que carecemos de equidad de género, que no hay igualdad salarial, que salir a la calle con lo que te quieras poner puede ser un riesgo a que te humillen y te falten el respeto, que hay muchos que quieren callar tu voz, que otros no valoran tu intelecto y no respetan tu profesionalismo, que somos víctimas y culpables, que algunos piensan que tu espacio solamente está en el hogar.

En la pasada semana ha salido a relucir el discrimen hacia la mujer que impera en la supuesta ciudad de cinco estrellas. Ciudad en donde alegadamente las mujeres no necesitan un resume, pues sus méritos, experiencia profesional y preparación académica no son necesarios en el proceso de evaluación para un puesto o ascenso.

El Gobernador ha manejado la situación de manera correcta. Sin embargo, siendo su Administración una que ha celebrado tanto la cantidad de mujeres que tiene en el gabinete, da vergüenza que otros líderes de su partido hayan optado por mostrar indiferencia ante el asunto. Más allá de celebrar la cantidad de mujeres en su gabinete, está también en manos del Gobernador y de ellas atender este asunto, asumir las responsabilidades de sus cargos y, como mujeres, hacer justicia en este y los muchos casos similares que existen.

Son muchos los hombres de mi generación indignados ante esta situación – nos celebran, nos elogian y ven en nosotras aliento y esperanza. A ellos les pido que sigan creyendo en nosotras. Pero más que creer en nosotras, les pido que crean en nosotras y en ustedes. Felicítame en mi cumpleaños. Hoy comprométete conmigo y con nosotras. Dinos que la batalla continúa y que no estamos solas. Luchemos para alcanzar la equidad de género, para acabar la violencia hacia las mujeres, combatir el machismo, acabar con los Hector O’neill de la vida. En fin, luchemos por ser iguales.