Más que un líder
Algunos pueden catalogar el término agentes de cambio como trivial, filosófico o muy soñador.
Hace seis años aprendí lo que es un agente de cambio y la necesidad que tiene Puerto Rico de contar con millones de agentes de cambio. Desde aquel verano del año 2011, cuando escuché el término por primera vez mientras participaba del programa de verano de Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA), me puse como meta ser un agente de cambio en cada espacio donde me encontrase.
MPA es una organización liderada por jóvenes que busca forjar generaciones sucesivas de agentes de cambio para Puerto Rico. Sí, agentes de cambio porque ser un agente de cambio va más allá de ser líder.
Según investigaciones llevadas a cabo por MPA, ser un agente de cambio recae en la práctica de tres principios básicos. Efectividad para contar con la capacidad de implementar sus ideas y visión para crear el impacto deseado. Conciencia para contar con entendimiento racional y profundo sobre los retos y oportunidades existentes. Sensibilidad para contar con la empatía para entender y solidarizarse con las diversas y complejas situaciones.
Me enamoré del término por su complejidad y sencillez, su optimismo y entrega, su fortaleza y vulnerabilidad, su dinamismo y compromiso. Aspiro a un Puerto Rico donde sus habitantes sean agentes de cambio. Los maestros, médicos, madres, padres, servidores públicos, bailarines, arquitectos, todos debemos ser agentes de cambio. Siendo efectivos, sensibles y conscientes nos permite lograr ese Puerto Rico que soñamos.
A través de este espacio resaltaré los agentes de cambio de mi generación, sus formas de pensar, propuestas e inquietudes. Contagiaré a mi generación y las futuras generaciones con el término y la necesidad de insertarnos más en el presente desde los diferentes espacios que se nos permite. Y así mismo, anhelo a servir de intermedio entre mi generación y los que nos anteceden para que entiendan nuestro análisis, ideas y el mundo que aspiramos tener.