Sentido Común
Algunos le llaman “políticas neoliberales”, otros “políticas libertarias” pero yo les llamo “políticas de sentido común”. La fórmula es sencilla: 1) el Gobierno no debe gastar más de lo que recibe en ingresos, 2) el Gobierno debe inmiscuirse lo menos posible en la vida de sus ciudadanos (esto incluye no dictar qué es amor y quiénes se deben amar), 3) el Gobierno debe ofrecer igualdad de oportunidades a todos y 4) el Gobierno debe ser lo más pequeño posible.
Por lo tanto, bajo la “política de sentido común” el Gobierno ofrece únicamente servicios esenciales a sus ciudadanos y el resto está a cargo de la empresa privada…claro, siempre con la supervisión adecuada del Gobierno para tener una competencia justa. Además, el Gobierno debe tener como una de sus metas principales reducir la carga contributiva al individuo y a las corporaciones lo más posible para darle a la gente/corporaciones la libertad de invertir y gastar su dinero a su antojo.
A pesar de que el próximo gobierno tendrá que trabajar en colaboración con una Junta Federal, los puertorriqueños tendremos que escoger el 8 de noviembre entre dos caminos: la “política de sentido común” y la de “lo mismo de siempre”. Ambas visiones son legítimas, pero sólo una históricamente ha brindado resultados positivos en otros países y en Puerto Rico. Veamos algunos ejemplos.
Luego de casi ocho años de Gobierno socialista en España, en el 2011 cuando el actual Presidente de Gobierno Mariano Rajoy logró un copo electoral, España era percibida como el país más probable de crear un caos en la zona euro por su maltrecha situación económica. Inmediatamente luego de las elecciones, Rajoy implementó una reforma contributiva reduciendo la carga contributiva de 30% a 25% a las corporaciones, implementó una reforma laboral y redujo el tamaño del Gobierno en sobre $10,000 millones. Luego de cuatro años de la implementación de estas reformas, España ya no es un riesgo para la zona euro y se ha convertido en uno los países de mayor crecimiento en Europa. Aunque todavía quedan muchas áreas por mejorar, España implementó las “políticas de sentido común” y ha comenzado a salir del hoyo.
En el Reino Unido, el pasado Primer Ministro David Cameron implementó la “política de sentido común” tan pronto asumió el poder y los indicadores económicos comenzaron a mejorar. Por ejemplo, entre el 2010-2014, Cameron redujo el tamaño del gobierno en 25%, recortó drásticamente las contribuciones a los individuos y redujo las contribuciones a las corporaciones de 28% a 17%. Como resultado, el desempleo en el Reino Unido se encuentra en uno de los momentos más bajos en su historia, la economía creció sobre 2.5% en el 2014 (de los mayores crecimientos desde el 2007) y el valor de las propiedades ha aumentado en sobre 8.4%.
En Puerto Rico varias administraciones han implementado la política de “sentido común” con resultados muy positivos. Por ejemplo, en el 1994 el Gobierno de Puerto Rico implemento una Reforma Contributiva que redujo en sobre $2,000 millones las contribuciones a individuos y en sobre $1,900 millones a las corporaciones. En el 2009 se implantó el concepto de las Alianzas Público Privada para lograr el financiamiento de obras de restructuración y energía renovable, la reforma de permisos y la Reforma Contributiva que redujo en promedio 50% las contribuciones al individuo y 30% a las corporaciones. Durante la implementación de estas reformas, el crédito de Puerto Rico aumentó dos escalafones, la economía entró en terreno positivo por primera vez en seis años y la clasificación de la Isla en eficiencia gubernamental aumentó de 88/140 a 38/140.
Otro buen ejemplo de “políticas de sentido común” presentadas en la isla lo es la Reforma Energética del actual Presidente del Senado, Eduardo Bhatia, que ha comenzado a poner en la dirección correcta a la Autoridad de Energía Eléctrica. Otras iniciativas han sido presentadas pero han sido víctimas de la guerra política partidista. Por ejemplo, la Reforma Educativa del Senador Bhatia y los vales educativos del ex-Gobernador Pedro Rosselló ambas quedaron moribundas.
Si algo hemos aprendido en los últimos años, es que más allá de la experiencia que ofrecen los políticos…las ideas y los planes concretos son más importantes. El Gobierno de Puerto Rico debe volver a implementar la “política de sentido común” para tener un futuro próspero y esperanzador. Por mi generación y por Puerto Rico salgamos a votar el 8 de noviembre por los hombres y mujeres que impulsen la “política de sentido común” para tener una verdadera Isla del Encanto.