No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista…este parece ser el consenso de todos los partidos políticos en torno al ELA. Luego de su derrota en el pasado plebiscito, esta fórmula de estatus estuvo en “coma”. Sin embargo, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos a través de dos decisiones recientemente, Sánchez Valle y la Quiebra Criolla, y la aprobación de PROMESA en el Cámara Federal, acabaron con la poca vida que le quedaba. Luego de estos acontecimientos y 64 años tarde, el PPD por fin aceptó lo que a todas luces era obvio…Puerto Rico es una colonia. Por lo tanto, es la responsabilidad de cada partido político articular y defender alguna de las tres fórmulas de estatus fuera de la cláusula territorial según establecidas por el Departamento de Justicia Federal por los pasados 30 años.

Las opciones son claras: (1) Estadidad lo cual convertiría a Puerto Rico en el Estado 51 de la Nación más poderosa e importante del mundo- existen 50 ejemplos exitosos; (2) Independencia lo cual convertiría a Puerto Rico en una nación soberana con su propia ciudadanía y sin fondos federales- existen sobre 180 ejemplos, algunos exitosos, otros no muy exitosos; (3) Libre Asociación lo cual convertiría a Puerto Rico en un país soberano con su propia ciudadanía pero con una especie de relación especial con los Estados Unidos- existen muy pocos ejemplos y con resultados mediocres. De las tres opciones de estatus, la Estadidad es la que asegura un futuro próspero, digno y exitoso a nuestro pueblo. Veamos los números: es importante aclarar que no todas las jurisdicciones en la tabla tienen información para el mismo año, por lo tanto todos los indicadores datan de entre el año 2011-2016. Además, como ejemplo de Estadidad, incluí a Mississippi ya que es el Estado más pobre de la Nación. Por último, como ejemplo de Independencia escogí a la República Dominicana, ya que es una isla del Caribe parecida a nosotros. Vale la pena aclarar que la definición de pobreza a nivel federal es muy distinta a la definición de pobreza utilizada en la República Dominicana.

La data nos demuestra que de las tres opciones de estatus establecidas por el Departamento de Justicia Federal como compatibles con nuestro ordenamiento jurídico, la única que nos asegura un mejor futuro es la Estadidad. Es interesante ver estos mismos indicadores económicos para Hawaii antes de que se convirtiera en Estado #50 y compararlos con las cifras luego de 60 años siendo Estado. Como los 36 territorios previos a convertirse en Estado, los indicadores económicos para Hawaii estaban muy por debajo de la media de la nación. Luego de unos años bajo la Estadidad, los indicadores económicos comenzaron a mejorar. Por lo tanto, debemos asumir que para Puerto Rico la experiencia será igual.

La realidad es que el mundo ha evolucionado, pero nosotros no. Nuestro modelo está desgastado y nos ha traído a la calle sin salida en la que estamos ahora. La ruta a seguir es clara – o nos convertimos en el Estados 51 de la Nación más poderosa y próspera del mundo, o nos independizamos. Mi preferencia es clara y a mi parecer la más lógica, justa y conveniente – la Estadidad. Pero es igual de respetable la preferencia de aquellos que luchen por la descolonización real, pero que prefieran otra opción, como el de la independencia, que resuelva el problema.

Establecer las políticas pro-crecimiento, de gobierno pequeño y de libertad individual, por supuesto que nos va a ayudar, no importa cuál sea nuestro estatus. Pero alcanzar nuestro máximo desarrollo no será posible mientras estemos compitiendo en condición desigual con el resto del mundo. Lo que en algún momento fue “lo mejor de los dos mundos” se ha convertido en “lo peor de todos los mundos”. Aprovechemos esta coyuntura histórica no solo para reformar el gobierno, pero también para atacar nuestro problema de raíz…la colonia que es el ELA. El pueblo ya votó a favor de un cambio de estatus y una gran mayoría favoreció la Estadidad. Hagamos valer la voz de nuestra gente.