Nadie quiere contagiarse de Covid-19, menos aún morirse a causa de un virus que es capaz de conducir al paciente a una muerte muy dolorosa.

En todo caso, un positivo de Covid es lo suficientemente malo como para no cuidarse mucho, y debo subrayar mucho, cuando se supera el virus.

Entonces, ¿qué puede decirse de la comisionada residente Jenniffer González, quien superó un primer positivo y en estos días anunció que estaba de nuevo con Covid?

González, obviamente paciente de riesgo debido al factor de peso, no se ha cuidado lo suficiente o ha tenido mala suerte.

Es entendible que la naturaleza de su trabajo la coloque en riesgo de contagio, pero es un hecho que la comisionada es republicana y comparte con sus correligionarios republicanos en el Congreso, muchos de los cuales siguen aferrados a la idea de que Donald Trump vuelva a postularse en el 2024 y son negacionistas como su líder. En consecuencia, no creen en la vacuna contra el Covid ni siguenlos protocolos sanitarios.

Jenniffer González defendió a rajatabla a Trump durante la campaña presidencial de 2020. Era trumpista con carnet y no sabemos si lo sigue siendo.

Lo que sí sabemos es que, vacunada y todo, sigue siendo republicana y se mantiene muy presente en los círculos políticos republicanos.

¿Usarán mascarillas en sus reuniones? ¿Mantendrán distanciamiento? ¿Evitarán riesgos innecesarios? Es más, ¿se lavarán las manos frecuentemente y/o harán uso de gel hidroalcohólico?

No hay que dudar que la comisionada González hace todo lo que esté a su alcance para cumplir los protocolos anti-Covid, pero tal vez debería esforzarse aún más pues, de otro modo, no tendría que haberse contagiado nuevamente.

De momento, procede desearle un pronto restablecimiento y aconsejarle que no se junte tanto con sus colegas en el Congreso. Es obvio que resulta perjudicial para la salud.