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Serrano recuerda a Mayweather

 

El destino quiso que el nombre de Samuel ‘El Torbellino’ Serrano, quien fuera un gran campeón mundial del peso junior ligero, quedara ligado para siempre a uno de los apellidos más ilustres del boxeo mundial: Mayweather.
Porque Samuel, quien hizo 13 defensas del cetro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en dos reinados distintos, perdió definitivamente la corona ante Roger Mayweather, quien lo noqueó en el octavo asalto el 19 de enero de 1983 en el estadio Hiram Bithorn.
Serrano tenía entonces 30 años y un récord de 47-5-1 y 16 nocauts, y la marca de Mayweather, quien tenía 23 a؜ños, era de 14-0 y ocho.
Pero el peleador de Grand Rapids, Michigan, era una de las promesas más brillantes de la televisión de Estados Unidos, perteneciendo a la misma generación de futuras estrellas que incluía a Héctor ‘Macho’ Camacho, y la bolsa que le ofrecieron a Serrano por esa pelea provocó que él accediera a hacer una pelea más en una división en la que hacía tiempo que se le hacía extremadamente difícil marcar el peso.

“Ya yo llevaba un tiempo diciéndole a mi promotor, Pepe Cordero, que estaba teniendo que sacrificarme demasiado para hacer ese peso”, dijo Serrano el pasadi miércoles, al recordar su pelea con Mayweather, quien acaba de fallecer a la edad de 58 años.
“Yo quería subir a las 135 o hasta las 140”.
Pero la bolsa que recibió por pelear con Mayweather fue de unos $300,000, de los que a él le tocaron unos $200,000.
“Sí, fue la más grande de mi vida”, dijo Serrano, quien casi nunca antes había peleado para una telecadena norteamericana y estaba acostumbrado a hacer peleas en el oriente o en Puerto Rico.
“Me pagaban como $100,000, de los que me quedaban unos $70,000’, recordó.
También es posible que la relativa inexperiencia de Mayweather influyera en su decisión.
Pero la pelea, que estelarizó una cartelera en la que también pelearon dos futuros campeones mundiales boricuas, Cagüitas de Jesús y el hoy presidente de la Comisión de Boxeo, Luvi Calleja, no se desarrolló como Serrano esperaba: “Yo traté, hice lo que pude”, dijo el peleador que solía dominar a sus rivales con su velocidad y buen boxeo, “pero Mayweather era un buen peleador: pegaba, pero también tenía su boxeo y era alto”.

En el octavo asalto, Mayweather, a quien apoderaban ‘Black Mamba’ y se caracterizaba por su potente recto de derecha, lanzado como una serpiente asesina, en efecto derribó de esa manera al boricua.
Serrano se reincorporó, pero el árbitro venezolano Isidro Rodríguez detuvo la pelea a los 2:13 minutos del episodio del combate programado a 15 asaltos.
“Yo me molesté porque quería seguir”, dijo Serrano. “Ya antes me habían achocado así y yo me había levantado, me había recuperado y ganado la pelea por mi condición”.
“Pero parece que el árbitro me vio grogui y no me dejó seguir”.
Mayweather seguiría adelante, para labrarse una gran carrera en la que luego se coronaría también como campeón súper ligero del CMB y amasaría un récord de 59-13 y 35, para más tarde cobrar aún más fama como entrenador de su sobrino, Floyd Mayweather, Jr, quien se convertiría en el boxeador más famoso, dominante y mejor remunerado de su generación, o incluso de la historia del boxeo.
Samuel, entretanto, solo haría una pelea en las 135 libras el a؜ño siguiente antes de verse involucrado en un caso de tráfico de drogas que le llevó a ser condenado en 1987 a 15 años de cárcel, de los que terminó cumpliendo ocho.

 

En 1996, a la edad de 44 años, inició un breve retorno como peso welter en el que ganó dos peleas por decisión antes de retirarse definitivamente.
“Por el problema que yo tuve, nunca se llegó a hablar de una revancha con Mayweather, pero quizá hubiese sido buena una en las 140 libras, porque él también era alto”.
“Pero sí lo recuerdo como uno de los mejores peleadores a los que me enfrenté, y no solo porque me ganó, sino porque tenٟía su estilo y pegaba mucho”.
“Yo sí había oído decir que tenía diabetes y esa es una enfermedad muy fuerte, porque se lo come a uno”, agregó, y, efectivamente, aunque no se ha revelado la causa de su muerte, se especula que Mayweather murió como consecuencia de la diabetes con la que luchó durante muchos años.
“Pero uno lamenta su muerte, como lamenta la muerte de todas las personas, y le doy mi pésame a su familia”.

 

 

 

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
(ceuyoyi@hotmail.com).
En twitter, Ceuyoyi, En Facebook, Jorge L. Prez

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