Aunque pueda sonar muy romántico, la verdad es que las parejas sentimentales que se me han acercado para contarme ésta vivencia compartida lo hacen con los ojos desorbitados, aterrorizados. NO encuentran nada romántico en la experiencia que vivieron y si algo terriblemente tenebroso. Me preguntan: –“¿Cómo es posible haber soñado lo mismo si ni tan siquiera hablamos del tema antes de dormirnos?”, entendiendo que comparten la misma cama. ¡Y ni les cuento del terror que aseguran haber sentido cuando uno de ellos se encontraba a millas de distancia de la otra, por las razones que fueran: estaban de viaje de trabajo; viven en casas distintas, tienen otras uniones sentimentales, etc..! Y aquí viene la parte mas escabrosa del tema: Todos me aseguran que: ¡NO es la primera vez que les ocurre! ¿Por qué? 

Lo primero:  tranquilos que no hay nada anormal en que dos personas que duerman en una misma cama compartan el mismo sueño en alguna ocasión,  sobre todo en momentos antes de despertar del clásico estado de sueño REM (siglas inglesas para Rapid Eye Movement). Esto se llama Telepatía, que significa la capacidad de “sentir a distancia los pensamientos de otra persona sin que medie una comunicación hablada o escrita”. N0 olviden que nuestros cuerpos físicos operan  entre actividades químicas y circuitos eléctricos que no se detienen 24/7. Somos antenas individuales que reciben y emiten pulsaciones electromagnéticas continuamente. Esto es: en cualquier momento, sin que necesariamente deseemos contactar a una persona en particular, puede que “sintonicemos” inconscientemente la misma frecuencia en que su mente está;  como cuando buscamos una estación de radio mientras vamos en el auto. De repente elegimos una y, sin darnos cuenta, terminamos sintonizando el mismo canal en el que está esa persona.

En el caso de las parejas que comparten una cama ya existe una condición  de intimidad bastante estrecha por sus vínculos físicos y psíquicos.  Ocurre tanto en parejas homosexuales como heterosexuales.  No tiene que ser una relación de mucho tiempo, lo importante es la intensidad que une a la pareja, No olvidemos que hay hermanos gemelos y soldados en el frente de batalla que también alegan haber experimentado estos sueños al mismo tiempo.  Por eso entendemos que hay una conexión de “psiquis” (palabra griega para alma), muy fuerte que se detona en momentos de estrés, cuando sentimos una gran incertidumbre, estamos al borde de la vida y la muerte, y su fuerza impacta a las dos personas que están durmiendo o soñando a la vez.

La conexión telepática también se manifiesta a través de imágenes mentales cuando estamos despiertos; otras aparecen sólo con el pensamiento. El mejor momento para recibir una comunicación telepática es cuando el respector se encuentra en un estado de seminconsciencia, justo antes de despertar o cuando está a punto de dormirse (este fenómeno se conoce como Hipnagogia). También cuando se realiza una labor autómata, como planchar, coser, lavar platos, limpiar cristales, etc… nos podemos “conectar”  con la otra persona en quien de repente pensamos aunque lo que estemos haciendo no nos recuerde para nada a esa persona.

Ni la distancia ni el tiempo detienen la transmisión de información telepática. Tampoco influye la edad, nivel cultural, el sexo de la persona o su nacionalidad. Pero si parece ser que – hasta la fecha – las mujeres poseen un poder mayor de captación y recepción de estas imágenes  ¿Serå porque las mujeres retienen mas agua por sus ciclos menstruales y al ser el agua un conductor universal de energía facilita la conexión? ¿Tendrá que ver con el legendario “sexto sentido femenino” del que siempre se ha hablado … ? Como siempre les digo: todo es posible hasta que se demuestre lo contrario.

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