En dos días comienza una nueva sesión del Congreso. Eludiendo hacer un listado grande, hay tres cosas que vale la pena resaltar sobre lo que el 2018 se llevó:

1.El proyecto de ley federal pro estadidad

Justo al final de los trabajos de 2018 del Congreso, sin haber dedicado una sola audiencia al tema, el liderato republicano del Comité de Recursos Naturales de la Cámara baja de EE.UU. devolvió el debate de status a San Juan. En cartas al gobernador, al liderato legislativo de Puerto Rico y al Departamento de Justicia de EE.UU., el saliente presidente del Comité, el republicano Rob Bishop (Utah), advirtió en noviembre que no haber esperado por la posible validación del plebiscito de junio de 2017 por parte del Departamento de Justicia de EE.UU., como propuso una ley federal de 2014, “ha permitido a sus oponentes impugnar” los resultados de aquella consulta.

La comisionada Jenniffer González ha insistido en que el senador republicano Rick Scott (Florida) , quien jura en su puesto la semana próxima, presentará un nuevo proyecto federal pro estadidad en el Senado.

Pero -teniendo en cuenta que el liderato demócrata cameral tampoco tiene el status como prioridad y que el asunto no ha estado en la agenda del Senado de EE.UU.-, el gobierno de la Isla deberá decidir si busca el visto bueno de Justicia federal para un referéndum convocado localmente estadidad sí o no.

2.La mayoría republicana de la Cámara baja federal

En medio de la convulsa presidencia de Donald Trump, los republicanos no solo han visto como el inquilino de la Casa Blanca transforma y asume el control del Grand Old Party (GOP), sino como las ronchas que ha creado en la sociedad estadounidense ayudaron a tachar la mayoría que tenían en la Cámara de Representantes.

De tener una mayoría de 240 congresistas, frente a 195 demócratas, los republicanos – tras las elecciones legislativas del pasado 6 de noviembre-, pasaron a la minoría. Los demócratas tendrán a partir del jueves por lo menos 235 escaños, frente a 199 republicanos, con un curul aún sin decidir.

Junto a la mayoría republicana, sale de Washington el speaker Paul Ryan, quien mejor que nadie representa la transformación de ese partido. Luego de haber sido un duro crítico de Trump en 2016 y de ser promovido como una figura fresca en el GOP, Ryan se convirtió – como lo describió Político- en “un republicano de Trump”, que será más recordado por “acomodar los impulsos del presidente número 45 de EE.UU”..

La nueva mayoría cameral representará una oportunidad para  los demócratas impulsar muchas de las iniciativas que han defendido durante los primeros dos años del gobierno de Trump, como poner énfasis en la reconstrucción de Puerto Rico, rehacer el sistema energético y proponer nuevos fondos de Medicaid para ayudar a financiar el sistema de salud. Una investigación formal sobre la respuesta del gobierno de Trump a la emergencia desatada en la Isla deberá ocurrir, además, desde el Comité de Seguridad Interna.

Cualquier propuesta legislativa demócrata, sin embargo, se enfrentará a la realidad de que los republicanos siguen al frente del Senado (con una mayoría de 53 a 47) y el inquilino de la Casa Blanca sigue siendo Trump.

3.Una reconstrucción rápida y ágil

Tras las críticas sobre la ineficiente y lenta respuesta federal al huracán María, marcada por los exabruptos del presidente Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos intentó poner una buena cara: mantuvo comunicación constante con La Fortaleza; y bajo la presión de los demócratas asignó sobre $40,000 millones en fondos para la recuperación y la reconstrucción de la Isla.

Con el tiempo y tras las denuncias sobre el contrato a la empresa Whitefish, el plan fiscal que ante la nueva asistencia federal incrementaba el potencial del pago de la deuda pública y las críticas en torno a la puesta en marcha del programa Tú Hogar Renace, la relación con la Casa Blanca y el gobierno de Donald Trump se ha complicado.

Trump no solo le cerró la puerta a la estadidad, sino que ha dado vuelo a las denuncias sobre corrupción en la Isla y, según la publicación Axios, buscado frenar nuevas asignaciones para la Isla. De los fondos federales asignados a la Isla, no llega aún el dinero asignado y proyectado principalmente para proyectos de reconstrucción.