Blogs: Abriendo puertas

Estilos de Vida

Abriendo puertas

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En algún momento las lozas caerán en su lugar.

“Aprende a obsequiar tu ausencia, a quien no valora tu presencia 

Si por alguna razón, no llego a la esquina, donde te estuve esperando, recuerda la Vida trae sorpresas, no siempre buenas, pero recuerda, he intentado al máxim ser un contribuyente para el vivir.

Al Rescate de la Esperanza, que Anda realenga… y hay que Atraparla

"El dolor mira hacia atrás, las preocupaciones miran alrededor, la fe mira hacia arriba"
(Ralph Waldo Emerson)

Eramos en la Casa, en el Hogar, 3 hembras y 4 varones. Los Patriarcas descansan ya hace u tiempo. Las 3 hermanas se adelantaron a los varones. Quedamos en la vida terrenal 4 varones. Hay sobrinos y sobrinas.  En ocasiones, los ausentes, están más presentes que los presentes. Las pérdidas, sean cuales sean, hacen aflorar sentimientos de tristeza, de dolor, de añoranza.

Lo importante es, entender que sea cual sea la pérdida, al frente hay un horizonte, nuevos caminos, nuevas expectativas de Vida. Hay quien no lo entiende y se quedan en el tiempo y dejan de caminar por nuevos senderos de fe y esperanza, de nuevas expectativas, de renovada fuerzas.

“Si la vida te quita a alguien a quien quieres, el recuerdo se puede convertir en tu mejor compañero para seguir adelante.”                

Hoy jueves 14 de abril, al momento de escribir el Blog que se publicará el día 15, perdí un objeto. Con un contenido emocional grande. Estando en la Tienda Walmart de Baramaya en Ponce, una empleada que siempre sale a saludarme, me pregunta por mi gorra, me toco la cabeza y me doy cuenta que no la tengo conmigo. Salí de Casa con ella. No sentí que saliera de la cabeza, no hacía mucho viento. Es un misterio la desaparición de mi gorra preferida (tengo varias). Esta era colorida, multicolor con cuadros. Lo triste del Caso es que la misma es la que también usa el Abuelo Juancho.

Esta gorra fue confeccionada en Italia, la compré por Intenet. De esos gustazos o Premios que uno se da así mismo de vez en cuando. Como he dicho en Blogs anteriores, no voy a decir que me cayó la macacoa, aunque se haya dañado el carro, a pesar de haberme hecho 4 Estudios Clínicos, aunque haya quien no me consteste el telefono, alguno amigos de siempre, colaboradores en mis Suños, me han fallado.

Me he quedado esperando dos Visitas anunciadas y no recibí información del por qué de la ausencia. A pesar de todo lo negativo, tengo la frente en alto y no le daré espacio a la depresión. Intentaré trazar nuevos caminos, tal vez, por nuevo rumbos, nuevas acciones frescas y creativas.

Esta gorra del Retraro, me la trajo mi hermano menor de Irlanda

Ha sido un Año en que no he podido promocionar presencialmente mis Proyectos, por la Pandemia. Los Recursos económicos se menguan, el placer de hacer y decir, es limitado. Esta mañana tuve una explicación científica de un Médico, amplia, sin importarle mucho el tiempo y los Pacientes que esperaban en Sala.

Su clara explicación despejó algunas preocupaciones sobre mi maquinaria que bombea la sangre, evidenció amabilidad. No era un Paciente más, era un Paciente preocupado en quien el Galeno trató de calmar ansiedades y contestar interrogantes.

Me recordó a un Cirujano Ponceño, cuando iba a su Oficina, cruzaba las piernas sobre el Escritorio y comenzaba a platicar conmigo de diferentes temas. Una vez le dije que había muchos Pacientes en espera, me dijo: (el cual me operó sin tener Plan Médico)

“ya los atenderé, pero ahora quiero conversar contigo”, en otra ocasión estando en el Hospital dde Damas, en la Antesala, conversando con sus Colegas Médicos, me vió a la distancia y vino donde yo estaba para saludarme y preguntarme cómo estaba. Era un momento crítico, había visto por primera vez, una persona morir acompañada de su hija y yo. Calmó mi ansiedad, sin saberlo. Era un hombre de calidad, como Cirujano y como ser humano.

En la Fila del Banco, un hombre Adulto, mientras esperaba, me declamó uno de los poemas rítmicos que le había eseñado, una escena que se repite a menudo, ex estudiantes ue recuerdan los poemas rítmicos que les enseñaba a declamar. Ese tipo de experiencia amortigua las pérdidas, las ausencias, las ansiedades.

Trato hecho
Amado Nervo
-Oye, pichoncito amigo,
yo quiero jugar contigo.
-Niño, si quieres jugar,
ven, sube a mi palomar.
-Me faltan alas, no puedo…
Baja tú, no tengas miedo.
-Sin miedo voy a bajar
y jugaré satisfecho;
pero trigo me has de dar.
– ¡Pichoncito, trato hecho!

Al día 14 de abril, todavía no he recibido los $600.00, a pesar de las múltiples gestiones, ser pensionado y no haber cambiado mi Cuenta Bancaria, ni el Banco. Si alguien ve con sus “champions” al joven talentoso Parés, que me de una llamadita aclaratoria.

Prof. José Antonio Giovannetti Román   787 644 8818,   787 856 1610

 

 

 

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