“Todo lo que damos hacia fuera, es un reflejo de lo que tenemos dentro”.

– Mary Quirilao

Las buenas costumbres son un reflejo de la educación que hemos recibido. Son el  producto de los conocimientos, que con el tiempo se han adquirido. Dargracias, es una costumbre buena. Pedir permiso, sin actuar antes de ser dado, es ser prudente. Tomar café sin azúcar se puede convertir en costumbre cundo el paladar se acostumbra. Escuchar lo que tienen que decir los demás, aparte de ser una cortesía, es una demostración de buena educación. Hay quienes siempre tienen un monólogo.

Si no te invitan a una Actividad, no te agobies, no siempre somos imprescindibles, pudiera haber quien no quiere verte o quien pudiera creer que lo opacas con tu presencia. Tienes luz propia. Tengo la costumbre de asombrarme ante cosas sencillas, para algunos pudieran se insignificantes, para mi no. En días atrás tomé una foto de una pequeña flor en una vieja pared, la vi hermosa, me enteré luego que era la flor del cohitre.

Acostumbro observar los atardeceres y tomar fotos de los mismos, cada uno es diferente, en su gama de colores, su esplendor y belleza. Tengo una colección de algunas fotos de atardeceres borincanos. El poeta español don Juan Ramón Jiménez platicaba con un burro, Platero, sobre la belleza del Ángelus.

“Mira, Platero, qué de rosas caen por todas partes: rosas azules, rosas blancas, sin color…Diríase que el cielo se deshace en rosas. Mira cómo se me llenan de rosas la frente, los hombros, las manos… ¿Qué haré yo con tantas rosas?”

Cuando tenemos experiencias que enriquecen la mente, podemos desarrollas buenas costumbres para tener un buen vivir y propiciar que otros disfruten a plenitud del privilegio de estar vivos. Podemos ser el puente que acerque a otros a la felicidad. Mientras más personas, por nuestras buenas costumbres, son felices, la convivencia fraternal, cada vez será mejor. He tenido conversaciones con personas desconocidas, que me han ofrecido un banquete de sentimientos positivos, por su: amabilidad, franqueza y sencillez.

“El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.”
Ernest Hemingway

La Vida pudiera ser tan corta que no debemos ocuparnos en perder tiempo en tonterías. Me he dado cuenta que en ocasiones nos molestamos por cosas que son producto de personas amargadas. No debemos seguir su corriente. Hagamos un giro y sigamos el camino hacia los nuevos horizontes, en pos de nuestro propio barquito de papel y tras la estrella de nuestra ilusión. Tengamos por costumbre tener nuevas expectativas de Vida, con una buena dosis de: sueños, anhelos, metas e imaginación. Hagamos una costumbre el ser feliz y propiciar la felicidad de otros. Tendremos la satisfacción del buen vivir.

Prof. José Antonio Giovannetti Román  787 644 8818

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P.D. El sábado 11 será la Colección de Alimentos no perecederos de los Carteros

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