Hizo el tiempo, tuvo tiempo
La diversidad de personalidades usted las puede observar en un Ascensor. Algunos saludan, otros comen, hay quienes no se despegan del celular y hay los conversadores, como yo. Unos te miran de mala gana, otros sonríen. Hay quienes se molestan si el Ascensor no funciona con la rapidez que quisieran… los amables, corteses, alegres, son la mayoría,me uno a ellos.
En las filas de espera en las Cafeterías hay quienes no saben hacer turno, se cuelan, unos hablan asuntos personales por el Celular a toda voz, algunos hacen negocios sin ninguna confidencilidad,,, hay gente silenciosa que dibujan sonrisas, hay quienes te ceden el paso, hay quienes tienen el pago en la mano, para no atrasar la fila.
En las oficinas médicas y Laboratorios algunos leen, otros con el celular a la oreja todo el tiempo, algunos mastican el mismo chicle por largo tiempo… hay quienes gustan conversar y hasta compartir recetas y remedios caseros. Algunos cuentan anécdotas interesantes o narran parte de la historia de su vida, con sus luces y sombras,
En la plaza del Mercado, además de comprar viandas y frutas, se dialoga. Casi siempre en donde el tono de voz es más alto, casi gritan. Hay apretones de manos y se compran billetes de la Loteria. Algunos regatean los precios, a veces se consigue una rebaja, otros el codo es muy duro y no ceden ni un centavo, olvidan que eso se convierte en buena promoción.
En la Viña del Señor hay de todo, como en un 5 y 10 o Bótica. Tal vez, lo bueno de todo es que hay encuentros y reencuentros. Existen reacciones positivas, más que las negativas. He notado que hay personas que siempre tienen el oído parado para aprender algo nuevo o recibir un consejo. Siempre se encuentra quien cree saberlo todo y su opinión es la correcta… o su conocimiento de algo.
Insisto en decir que te pueden robar una cadena de oro, un tapabocinas o un reloj, pero no pueden robarte el conocimiento.De todos los lugares donde he mencionado, ocurren encuentros y reencuentos, no he mencionado las Funerarias, en los Velatorios, La familia que hacía mucho tiempo no se veían, allí se encuentran. Algunos se ven por primera vez sin saber que eran familia… “porque no tenían tiempo”. La corona de flores pudo haber costado un fracatán de chavos, en vida, no le llevaron ni una amapola o un poquito del arroz con jueyes que hicieron, ni los limberghs de guanábana o coco que estaban en la nevera.
Hoy hablé brevemente con un amigo el cual no veía hace tiempo, con una linda familia, noté la madurez adquirida… y la amabilidad, me dijo “me comunico con tu hijo con frecuencia”, mi hijo tuvo tiempo para irlo a saludar a la mesa… hizo el tiempo! Gracias Dominici!
Prof. José Antonio Giovannetti Román
@AntonioGiovan13 en Twitter
Al Rescate de la Esperanza, que anda realenga… y hay que atraparla