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Una conversación con Ronnie Shields

En medio de todo el brillo irradiado por la presencia local de Oscar de la Hoya, Canelo Alvarez y Erislandy Lara en la conferencia de prensa del viernes pasado, resulta comprensible que haya pasado desapercibido Ronnie Shields, el entrenador de Lara.

El texano Shields tiene su famoso campo de entrenamiento en Houston, donde una vez entrenó a los principales peleadores de la empresa Main Events – Evander Holyfield y Pernell Whitaker-, y también trabajó en distintas etapas de sus carreras con figuras como Mike Tyson, Vernon Forrest, Arturo Gatti y el boricua John John Molina.

De hecho, cuando conversé con él brevemente antes del comienzo de la conferencia de prensa en el Ritz Carlton, Shields, quien fue campeón nacional aficionado de Estados Unidos en el peso pluma y luego, como profesional, un destacado junior welter que amasó un récord de 26-6-1 y 19 nocauts, trataba de comunicarse por celular con Nelson Adams, el otrora peso completo boricua que por largo tiempo fue compañero de cuadra de John John y actualmente trabaja en el mismo Gimnasio Fito Ramos, de Fajardo, que una vez operó el tristemente desaparecido entrenador José Ramón ‘747’  Martínez.

“Nelson me había dicho que iba a venir para acá y que iba a tratar de traerse a John  John”, me dijo.

Luego, entre una cosa y otra, hablamos de la próxima pelea de Miguel Cotto con Sergio ‘Maravilla’  Martínez: Shields, de paso, entrenó hasta recientemente, y por varios años, al excampeón boricua Kermit Cintrón, quien empató con el argentino en 2009.

“Ahí lo importante va a ser cómo viene Martínez”, me dijo.

“No es solo que lleve mucho tiempo inactivo (Martínez peleó por última vez en abril del año pasado), ni que venga de tener problemas físicos (la fractura de la mano izquierda y una operación de la rodilla)”.

“La verdad es que Martínez lució pésimo en esa última pelea que hizo”, añadió, aludiendo a la cerrada victoria sobre el británico Andrew Murray en Buenos Aires). 

“Parecía un peleador acabado”.

“Si se presenta ahora peleando de esa misma manera”, diagnosticó, “Cotto, quien lució muy bien en su pelea con Delvin Rodríguez, lo va a noquear”.

Entonces hablamos, claro está, de la pelea del 12 de julio en el MGM Grand de Las Vegas, en la que el zurdo cubano Lara, campeón junior mediano de la AMB con marca de 19-1-2 y 12 nocaut, estará midiéndose con el excampeón mexicano Alvarez (43-1-1 y 31).

“Alvarez es un gran peleador”, sostuvo. “La cosa es que, sencillamente, Lara es mejor que él”.

“Lara tiene mucha más experiencia como aficionado”, agregó sobre el campeón mundial aficionado de 2005 como peso welter que ‘desertó’  en 2008.

“Canelo tendrá más peleas como profesional, pero nunca se ha enfrentado a un peleador de la calidad de Lara”.

En fin, Lara y Shields viajarían esa misma tarde del viernes a Houston, donde ahora el peleador reside permanentemente, y el lunes comenzarían los entrenamientos para la pelea con Alvarez.

“El ya está en buena condición, porque estábamos entrenando para una pelea que teníamos el 2 de mayo con Ishe Smith”, record el entrenador.

Esa defensa se canceló cuando se cuadró oficialmente la pelea con Canelo, mucho mejor remunerada.

“Después se tomó un descanso, pero incluso está bien de peso: ahora mismo Lara anda en 163 libras”, continuó.

Entonces le comenté que Luis de Cubas, Sr. padre del comanejador de Lara –Luis de Cubas, hijo-, me había dicho recientemente que, por celebrarse la pelea en Las Vegas, existe una garantía de que tendrá que usarse un ring de 22 pies -al parecer un requisito de la Comisión de Nevada-.

Segàn de Cubas, Sr., el ring para la pelea de Lara con el Perro Angulo, celebrada en Carson, California, fue de 18 pies, un ring relativamente pequeño que convenía al estilo fajador del mexicano, quien incluso derribó dos veces al cubano.

“Bueno, 18 pies no es un ring tan pequeño”, me dijo Shields, “pero, obviamente, uno de 22 pies nos beneficia… porque Lara es el que va a boxear”.

No obstante, se despidió de mí con gran confianza y optimismo: “Independientemente del tamaño del ring, tenemos algunas sorpresitas preparadas que se van a ver muy bien la noche de la pelea”.

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y acaba de publicar su primer libro, San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.

(ceuyoyi@hotmai.com).

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