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Se Acabaron Las Excusas

Mañana los puertorriqueños tendrán la oportunidad de expresar sus opiniones en cuanto al estatus político de la isla. En muchas maneras, este plebiscito es diferente a cualquiera de los anteriores.

Primero que todo, estamos viviendo un momento clave de nuestra historia al enfrentarnos a una deuda impagable, una junta financiera cuasi-dictatorial que trae a la luz la realidad y la debilidad de nuestro estatus territorial, y un deseo genuino de cambio entre el pueblo. La recuperación económica solo comienza con un cambio en estatus.

Segundo, este plebiscito ha recibido un nivel de cobertura sin precedentes a nivel nacional. Un ejemplo de esto es el programa de CNN, United Shades of America, que mostrará un reportaje sobre la relación histórica entre Puerto Rico y los Estados Unidos, y su futro en cuanto estatus de cara al plebiscito. Artículos sobre el plebiscito también han sido publicados en los periódicos más prominentes de la nación, como el New York Times, el Wall Street Journal, y el Washington Post.

Tercero, una cantidad record de congresistas estadounidenses y líderes políticos de ambos partidos han apoyado el proceso plebiscitario y han llamado a los puertorriqueños a salir a votar. Nos aseguraron que ellos estarán escuchando lo que nosotros tenemos que decir. Esta lista incluye a diez congresistas, como Marco Rubio, ex-candidato presidencial y Stenie Hoyer, portavoz alterno de la minoría de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Además de esto, un grupo prominente de observadores se dieron cita en Puerto Rico para asegurar que el proceso se lleve a cabo de manera justa y democrática. Estos observadores incluyen a Don Fowler, ex-Presidente del Partido Demócrata de los Estados Unidos, Ann Ravel, ex-Comisionada del Federal Elections Commission de los Estados Unidos, Nelly Gorbea, Secretaria de Estado de Rhode Island, y Giovanni Cicionne, ex-Presidente del Partido Republicano de los Estados Unidos, entre otros.

Aún con estas realidades, son muchos los puertorriqueños que llaman a este plebiscito “inválido” o “engañoso.” Muchos apuntan al hecho de que el Departamento de Justicia federal (DOJ, por sus siglas en inglés) no avaló el proceso plebiscitario. Sin embargo, en los 240 años de historia de la nación, el gobierno federal, incluído el DOJ, nunca ha avalado ningún referéndum, previo a solicitar la admisión, de ninguno de los 36 territorios y una república que han solicitado admisión. ¿Qué significa esto? Que el plebiscito, como todos los de los otros territorios, los valida el pueblo a través de su participación. Recordemos, además, que en una democracia, y en un proceso justo como el que se va a llevar a cabo mañana, son los que salen a votar los que establecen la voluntad del pueblo.

Otros alegan la invalidez ya que se les incluye la opción territorial, y por lo tanto hay una posibilidad de que este plebiscito, de ganar el estatus actual, no haga nada para resolver el problema del estatus. Sin embargo, volviendo al tema de la democracia, es una realidad que en Puerto Rico uno de los partidos mayoritarios institucionalmente se ha regido por la defensa del estatus actual. Por la razón que sea, hay un grupo significativo de puertorriqueños, inclusive buenos amigos míos, que genuinamente creen que el estatus actual, con algunas modificaciones, representa el mejor vehículo para el progreso económico y social de nuestra isla. Tenemos el derecho de estar en desacuerdo, pero no tenemos el derecho de invalidar sus opiniones y dejar su opción de preferencia fuera del plebiscito. Si queremos convencerlos de que sus pensamientos están basados en hechos errados, nuestro sistema de gobierno permite intentar persuadirlos a través de la libre expresión y el intercambio de ideas. Además, si de verdad crees que tu ideal tiene el potencial de ganar, no debes temerle a ninguna de las opciones que aparecerán mañana en la papeleta plebiscitaria. Estos hechos me llevan a especular que la famosa alianza soberanista tenía en mente desviarles voto a un sector de populares que, al no ver el estatus actual representado, optarían por votar por la soberanía. Al ver que ese plan ya no era posible, prefieren no exponerse a la probabilidad posibilidad de que obtengan una cantidad ínfima de votos en el plebiscito.

Menciono el miedo del ala soberanista, y algunos me llamarán hipócrita. Me llamarán hipócrita ya que apoyo la decisión que tomó el gobierno de dejar fuera de la papeleta la frase “Estado Libre Asociado.” Miedo de que incluir la famosa frase activaría a la base del partido popular y pondría en riesgo una victoria estadista. No se puede negar que dejar la frase fuera ayudaría a la opción de la estadidad, pero eso es meramente el efecto de una decisión política, legal, y moralmente correcta.

La consulta de mañana es una consulta de estatus. La frase “Estado Libre Asociado”, a pesar de lo que ha tratado de vender el PPD, no describe una opción de estatus y, por lo tanto, no debe ser incluída. De hecho, el Estado Libre Asociado es meramente el nombre que se le da al cuerpo político del gobierno de Puerto Rico por medio de nuestra constitución. En la versión en inglés de nuestra constitución, el ELA se traduce a “Commonwealth”, nombre político que compartimos con cuatro estados de la nación americana y otro territorio; Kentucky, Massachusetts, Pennsylvania y Virginia. Entonces, es claro que el ELA no describe un estatus político, sino que es meramente es el nombre que se le da a un grupo de personas debidamente constituidos bajo un gobierno propio y unido. De hecho, el Comisionado Residente Antonio Fernós Isern, en las vistas públicas de la ley federal que autorizó a Puerto Rico a crear su constitución, con el futuro nombre del ELA, dijo que dicha ley, “no cambiaría el estatus de la isla de Puerto Rico en relación a los Estados Unidos.”

Entonces, ¿Por qué debemos incluir en una consulta de estatus, un término que no describe, y nunca se diseñó para describir, una opción de estatus? Si realmente queremos que se representen todas las opciones de estatus, el estatus territorial actual se debería llamar por su nombre. La realidad política es que nuestro estatus actual está sujeto a la cláusula territorial de los Estados Unidos. El que quiera votar por esa opción, tiene que aceptar esa realidad. Empezando con el partido popular Democrático.

En fin, este plebiscito es válido, y no hay excusa para quedarse en sus casas y dejar de participar en un proceso plebiscitario que será definitivo para el futuro político y económico de Puerto Rico. Sabemos que la nación está pendiente. Sabemos que todas las opciones están representadas. Sabemos que los resultados serán válidos, y que ese es el mensaje que se llevará al congreso. Pero más que nada, sabemos que Puerto Rico no aguanta décadas adicionales de coloniaje. Por todas estas razones, te invito a salir a votar mañana. No dejes que el miedo que inculcan unos pocos líderes políticos te inhiba de ser escuchado. Las excusas y la inacción es lo que ha perpetuado el estatus colonial por más de un siglo. Puerto Rico no aguanta más.

Se acabaron las excusas.

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