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El arte de llevar y dejarse llevar

“¡Déjate llevar!”, “¡No te lleves sola!”, “¡Llévame fuerte!”, “¡Tú no sabes llevar!” 

 Lo anterior son expresiones que he escuchado de parejas que han tomado en algún momento clases de baile con este servidor.  Y es que estos enunciados se dan cuando una de las dos personas no cumplen con dos reglas importantes cuando se baila en pareja: 1- El hombre debe saber llevar, 2- La mujer debe saber dejarse llevar.  Si esas dos reglas están presentes a la hora de bailar en pareja, significa que habrá buena comunicación en el baile, de lo contrario habrá una guerra sin cuartel.  El baile en pareja es como un matrimonio, todo debe ser 50/50 para que las cosas funcionen, si uno de los dos falla en cumplir con su responsabilidad y con su rol la cosa no camina bien o en este caso no baila bien y comienzan los problemas.

Hombre es el que lleva…

Lo próximo no será muy agradable pero es una realidad y en mis clases se los digo así a mi estudiantes aunque en forma jocosa: “El baile en pareja es machismo 100%, el que manda y lleva en el baile es el hombre” (ojo: solamente en el baile, valga la aclaración).  Pero como les digo una cosa también les digo otra, y me refiero a la frase que una vez le dijeron a Peter Parker alias “Spiderman”: “Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”.  Una frase muy cierta y apropiada para muchas cosas en la vida y el baile no es la excepción, porque si al hombre le han dado el control del baile en pareja, de la misma manera tiene la responsabilidad de hacerlo bien puesto que de él depende que ella luzca bien en una pista de baile. 

Es por esta razón que dicen que “el arte de llevar es hacer que ella disfrute”.  El hombre tiene que estar consciente que cuando baile con su pareja debe estar pendiente a su paso y al paso de ella; no puede bailar pensando en él, actuando de forma egoísta quizás porque se quiere lucir él solito y se olvida de que el baile es entre dos. Mira que he visto hombres bailando que vuelven locas (y no de la emoción) a sus parejas de baile tirándolas de un lado a otro, y la pobre dama termina de bailar la canción sin saber cuál es el norte, sur, este y oeste.  

Y que me dicen de los que sacan a bailar a una dama por primera vez y no ha pasado ni un minuto de la canción y ya le han dado más de diez vueltas y todas de “fantasías”, entiéndase por fantasías estas vueltas complicadas que solo ves en los shows de bailarines profesionales.  

Y no está mal que quieran dar estas vueltas, siempre y cuando conozcan a la pareja o por lo menos sepan que ella tiene la habilidad para realizarlas. Pero si no sabes cómo baila esa persona, (hombre que lees esto) lo correcto sería estudiar a la persona, o sea, fíjate primero si sabe bailar el paso básico, luego dale una vuelta sencilla y poco a poco aumenta el grado de dificultad hasta saber el tipo de habilidad de esa persona, no la vuelvas loca en los primeros 60 segundos.  ¡Ah! y si no sabes mucha variedad de vueltas no tires todo lo bueno que sabes desde el principio; porque cuando vayas por la mitad de la canción te vas a quedar repitiendo las mismas vueltas, así que empieza por lo más básico y luego por lo más complicado o fantasioso. 

Mujer, déjate llevar…

En cuanto al rol de la mujer es uno igual de interesante porque ella depende de él para sobresalir en las vueltas, porque si el hombre no hace las señales firmes y claras ella no va a saber si tiene que girar hacia la izquierda o a la derecha a menos que adivine; y he ahí el problema: la adivinanza.  Porque hay mujeres que no se dejan llevar y encima de eso quieren adivinar para donde él quiere girarla, y se forma el lío puesto que él pensó girarla para la izquierda pero ella se llevó solita y giró a la derecha.  Por ejemplo, ¿sabían que la mujer no puede comenzar a bailar hasta que él se lo indique?  Se supone que ella espere y cuando él decida, comienzan a bailar para dar ese primer paso, y todo esto ocurre como todo en el baile, mediante señales.  No como me ha pasado varias veces que saco una muchacha a bailar y cuando me doy cuenta hace rato comenzó sin mí.

Cuando hablo de esto en mis clases muchas féminas me dicen que lo hacen porque bailan con hombres que no saben llevar y no les queda más remedio que llevarse sola; y les doy un punto a su favor ya que es muy válido su argumento.  Pero les contesto que con cada hombre que bailen no pueden asumir la misma actitud de llevarse sola, ya que cada hombre es distinto y deben darle la oportunidad para saber si sabe llevar o no.  

(Dama que lee esto)  Si al final te toca uno que sabe bailar y llevar, te sacaste la lotería, pero si te toca lo contrario vas a sentir que estas bailando la canción más larga del mundo.

Anécdota

Recuerdo una anécdota en la que una estudiante empezó a tomar clases de salsa porque no sabía absolutamente nada y porque estaba cansada de intentar bailar salsa con su esposo, y como decimos en Puerto Rico no daban “pie con bola”.  Ella decidió matricularse para tomar las clases pero el esposo no, ya que él decía que el problema no era él sino ella.  La señora, gracias a Dios, en la décima clase ya bailaba y se dejaba llevar muy bien pero todavía tenía un problema: todavía no podía bailar salsa con su esposo y él seguía echándole la culpa y por ende, ella terminaba frustrándose. 

 Ante tal situación le sugerí que trajera a su esposo a una de las clases para ver como él bailaba aunque ya me imaginaba el resultado.  Y fue exactamente como me lo imaginé, él era de los hombres “egoístas” en el baile.  No sabía llevar y le daba vueltas a lo loco; mientras ella trataba de descifrar aquel jeroglífico de vueltas y pasos.  Conclusión: le aconsejé al esposo que tenía que tomar clases si quería bailar con su esposa, ya que ella estaba educada y preparada para bailar con cualquier hombre que la supiera llevar; pero sobre todo que tenía que aprender a conocer a su esposa pero esta vez como pareja de baile.

En conclusión:

Yo no sé para ustedes pero para mí el bailar en pareja es algo mágico.  Porque tú puedes bailar con una persona por primera vez, y se pueden ver bailando como si se conocieran de años, siempre y cuando los dos cumplan con su rol.  Y lo más increíble de todo esto es que lo pueden hacer sin emitir palabras, ya que salen sobrando, porque son las manos y los movimientos las que van a comunicar lo que suceda en la pista de baile.  

Porque hay cosas que ocurren por arte de magia, pero si pones en práctica lo que aquí expreso vas a sentir la magia en el arte del baile.

Pueden dejar sus comentarios en el blog o escribirme a bailarte4@gmail.com si desean también adquirir los DVD’s y Cd para aprender a bailar Salsa.

 Gracias por su apoyo y hasta el próximo jueves.

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