Romeo Mareo

Bonita hasta que abre la boca

La vi una mañana en la que el tapón avanzaba a cuentagotas por la 165. Miré por mi espejito retrovisor al conductor del auto que iba justo detrás de mí y vi una boca abierta de par en par con los labios femeninos comprimidos hacia afuera, como si acabaran de chupar un limón. Una mano de largas uñas pintadas se movía circularmente alrededor de la boca, recorriendo su circunferencia. A los pocos segundos descifré el misterio: era una mujer que, al ver... Ver más →

Con las manos en la masa

Una lectora acaba de hacerme llegar un escrito que, según me parece, sería capaz de ponerle los pelos de punta hasta al más calvo. Al leerlo, no pude dejar de pensar en el caso del excongresista Weiner, a quien agarraron con las manos en la masa o en alguna otra parte del cuerpo, exhibiéndose casi de cuerpo entero para su camarita privada antes de enviar sus fotos seudo eróticas al espacio cibernético, para consumo visual de algunas amigas suyas. Y recordé... Ver más →

Encuentros fugaces

  Hace un tiempo, en una de mis andanzas por las barras de los hoteles del Condado e Isla Verde, hube de sentarme en una ocasión en el taburete aledaño al que ocupaba una simpática damisela de cuarentipico de años. Digo simpática con toda razón: cuando la ataqué con todo el encanto de mi personalidad, ella me aceptó un cigarrillo, luego un trago, más tarde otros dos y, por último, una atrevida invitación a probar la calidad de los colchones de uno... Ver más →

Músculos, sudor y lágrimas

  Hace unos meses, le dediqué buena parte de mi tiempo a prepararme para un 10K que se corría en el área metropolitana: desempolvé mis viejos tenis de correr, así como mi sudadera. Para culminar, me puse una cinta de tela alrededor de la cabeza y dos en las muñecas para mantener a raya el sudor en potencia. Y luego estuve casi todo el sábado codeándome con los corredores, trotadores y "yogueadores" que merodeaban los quioscos promocionales, en medio de la expectación... Ver más →

Ojos que no ven, corazón que no miente

¿Qué defensa puede alegar un pobre hombre, cuando su pareja lo pilla auscultándole las piernas u otra parte de la fisonomía a la chica que acaba de pasarle por el lado? Sólo diré lo siguiente: la gran mayoría de los hombres que cometemos esta pifia, no lo hacemos porque ya estemos cansados de nuestra pareja, ni mucho menos. Tampoco quiere decir que estemos interesados en sostener una relación extramarital o extramural con la chica cuyas piernas estemos admirando durante varios segundos. Sencillamente se... Ver más →

Un chico a la moda

  Aunque cada vez me cuesta más trabajo hacerlo, siempre procuro mantenerme al día. En la onda. Por eso, cuando me meto en un ascensor, no hace más que cerrarse la puerta y, como todo el mundo, me dedico a escudriñar profundamente la pantallita de mi celular, como si estuviera recibiendo importantes llamados de ultratumba o los últimos informes del Dow Jones... aunque mi celular no reciba correos ni tenga acceso de Internet y lo único que yo esté mirando sea la... Ver más →

Toda una vida esperando

  Ernesto se enamoró de Margarita exactamente a las 3:15 de la tarde de 13 de febrero de 1984, en uno de los pasillos del primer nivel de San Patricio Plaza. Minutos antes, los dos -que no se veían desde que unos 10 años antes habían sido compañeros de clase en la Universidad- se habían encontrado allí por accidente. El cargaba en una bolsa el pajarraco de porcelana que acababa de comprar, obsequio que le tenía destinado a su esposa para el... Ver más →

Frío y caliente

  No hace mucho, una amable lectora me escribió para quejarse de que acababa de romper con un pretendiente que sencillamente no sabía si debía peinarse o hacerse rolos. En sentido figurado, por supuesto. Es decir, según me relató ella, aunque la relación ya se había extendido por bastantes meses, el amigo seguía dándole una sorpresa tras otra. Por ejemplo, el hombre podía pasarse varios días perdido, sin dignarse siquiera a contestarle sus mensajes de texto, y de buenas a primeras la llamaba... Ver más →

Una conversación entre amigos

  Por una de esas casualidades de la vida, Annie y Richard, su esposo, se toparon esa mañana en el mall con Louise y Bobby, su marido. Las dos parejas jóvenes y bien parecidas se saludaron con entusiasmo frente a la fuente de agua y, naturalmente, guardaron sus respectivos celulares y se quedaron conversando unos minutos antes de proseguir sus respectivos caminos. Annie y Louise habían sido compañeras de clase hasta graduarse de la ‘high’ no hacía muchos años, y no se veían... Ver más →

Bella por dentro y por fuera

  Gonzalo, quien trabaja en la división de contabilidad de la empresa donde yo laboro, ya casi se había dado por vencido en sus intentos por conquistar a Seri, la del departamento de cómputos. Por lo menos ya se había dado cuenta de cuál era la mejor manera de no llegar a ningún lado con ella. Su plan de ataque había comenzado modestamente: “Oye, Seri”, le dijo un día cuando ambos coincidieron en el saloncito del café, “¿Esa blusa es nueva? No te... Ver más →

Coqueteos en 3 y 2

  Hay un refrán, bastante zángano y anticuado por cierto, que dice que “el camino hacia el corazón de un hombre pasa por su estómago”. O algo por el estilo. Quiere decir que una de las maneras más sencillas que una mujer tiene para conquistar una pareja masculina es probando ser una buena cocinera. Claro está, en esta época de ‘chefs’ desenfrenados y de dramáticas competencias culinarias, es muy probable que los papeles hasta se hayan invertido y que sean muchos los hombres... Ver más →

Las reglas no escritas

  No sé a ustedes, pero a veces me parece que algunos de esos artículos en los que se ofrecen consejos para las relaciones de pareja no tienen los pies sobre la tierra. Una cosa es la teoría y otra la práctica, como se dice por ahí. Tomemos una situación hipotética: en el trabajo, Luisa, la compañera de trabajo de Alfonso, quien además de buena compañera es también una buena amiga hasta el grado de que a veces conversa con él acerca sobre... Ver más →

Besucón en serie

  En el juego del amor, cuando uno está dispuesto a dar un ultimátum, tiene que estar dispuesto también a aceptar que lo echen de patitas a la calle. Les hago este señalamiento sencillamente como antesala de lo que acaba de ocurrirle a mi amigo Norberto (nombre ficticio). Aunque ustedes no conozcan a Norberto, de seguro estarán familiarizados con su tipo: Norberto es de esos hombres que son tan populares con las mujeres que, cuando llegan al trabajo temprano en la mañana, siempre... Ver más →

El amor y el béisbol

  Las cifras están ahí y, por lo regular, las cifras no mienten... excepto, tal vez, cuando se refieren a mi cociente intelectual: uno de cada cuatro matrimonios puertorriqueños desemboca en divorcio, muchos de ellos antes de que concluya su primer año de duración. “Diablos”, pensé los otros días, “eso quiere decir que muchos matrimonios incluso duran menos que la estadía promedio de un jugador de Grandes Ligas con un mismo equipo”. Para bien o para mal, las realidades económicas de la agencia... Ver más →

Los encuentros amorosos

En las comedias románticas al estilo de Hollywood existe lo que se conoce como el 'cute meet': es decir, la escena simpática en la que el protagonista masculino conoce a quien al final de la película termina convertida en el amor de su vida, aunque en un principio se repelan mutuamente. Ustedes saben a lo que me refiero: la chica a la que el muchacho empuja sin querer para meterse primero en el ascensor porque está tarde para su trabajo, y... Ver más →

Bate que bate, el chocolate

  Como me sentía un poco cansado y todavía afectado de los nervios por el capítulo de la novela turca que me tenía de nuevo obsesionado con el televisor, me tomé mis consabidas pildoritas para el insomnio, me bebí mi consabida tacita de te verde con limón, programé el despertador para las siete de la mañana y me lancé a la cama dispuesto a dormir el sueño de los justos. Confieso que ya mi cuerpo no tiene su energía de antes desde... Ver más →

Amor con sabor a yogurt

  Mi amigo Ross es uno de esos individuos que, luego de divorciarse, se juró a sí mismo, a las 11 mil vírgenes, a los cuatro jinetes del apocalipsis y a las siete maravillas del mundo que jamás volvería a casarse. Fue un juramento que cada vez se le hacía más difícil cumplir, puesto que Ross resultaba ser también uno de esos individuos que se enamoraban cada quince minutos. Eso sí, no era un enamorado indiscriminado. En parte esto respondía a su profesión:... Ver más →

El quiere casarse y ella no

  La otra noche, para variar, al salir del trabajo opté por darme una vuelta por el 'sports bar' de la esquina, algo que llevaba casi 24 horas completas sin hacer. No acababa de ordenar mi habitual 'Burronazo’ -un trago que es la especialidad de la casa, mezcla de vodka con otra alguna cosa, que puede ser nitroglicerina- y adivinen quién se sentó junto a mí en la barra. Pues, en efecto, se trataba de Robert, quien, al verme, me sonrió sorprendido... Ver más →

Lo mucho empalaga

  Gustavo había tenido un contratiempo con su gata. Lo había mordido con saña después que finalmente logró agarrarla cuando trataba de escaparse de la casa, y al par de horas ya tenía una mano hinchada y adolorida. La farmacéutica que lo atendió le previno que debía ir lo antes posible al hospital a que le aplicaran una inyección antitetánica y cuando vio que él se sonreía, como restándole importancia al asunto, agregó: "No lo tome a la ligera. El tétano es... Ver más →

Cuando el amor llega de golpe

  Las puertas del ascensor empezaban a cerrarse cuando, de pronto, una voz de hombre gritó "¡aguántenla!". La muchacha que ya estaba dentro hizo lo que casi todo el mundo hace cuando está en esa situación: en vez de oprimir el botoncito de ‘stop’, ella alargó el brazo, confiando en que se activara el sensor especial que tienen hoy en día las puertas de los ascensores, y que éstas abrieran de nuevo. Sin embargo, ocurrió algo inesperado: el brazo estirado, las puertas que... Ver más →

Era tan cariñosa que rompí con ella

  ¿Qué es lo que provoca que uno de pronto deje de estar enamorado de la mujer que hasta hacía muy poco ocupaba el primer lugar del 'hit parade' de su corazón, o por lo menos de la lista de contactos de su celular? Créanme que, a lo largo de mi carrera, he escuchado todo tipo de razones. Están, naturalmente, las más comunes y prosaicas: la primera vez que uno la ve sin maquillaje, o el día que la vio malhumorada y con... Ver más →

Diente frío

  A veces, en busca de relajamiento, me gusta montarme en la lancha de Cataño para visitar el Viejo San Juan, olvidándome así del carro, los tapones y todo lo demás. Entonces camino un rato con las nostálgicas callejuelas, visito uno que otro establecimiento chapado a la antigua -sacándole el cuerpo tanto a los locales de 'fast food' como a los chinchorros para turistas-, y luego regreso a la lancha, a menudo con un buen libro debajo del brazo. Pues la tarde... Ver más →

Los feos también lloran

  Los insistentes días de lluvia que nos azotaron la semana pasada hicieron que aflorara en mi memoria un recuerdo que hacía tiempo que tenía sepultado en el olvido. Cuando, en los remotos años setenta, yo era aún un tierno pichoncito radicado en Santurce, tomaba a diario la guagua para ir y venir cargado de libros a la UPR de Río Piedras, donde, a empujones, trataba de graduarme de Ciencias Sociales. Pero si estaba lloviendo mucho cuando regresaba de la universidad, entonces... Ver más →

Nada duele más que el fin de una relación

  No hace mucho, una querida lectora me escribió para pedirme un consejo, y aunque por lo general mi respuesta para este tipo de pedido suele ser la recomendación de que le escriba a Paolo Coehlo o a alguna otra persona que por lo menos crea saber de lo que está hablando, la pregunta me llegó tan a lo profundo del corazón que decidí romper esta ilustre tradición. “Romeo”, escribió la lectora, “acabo de terminar una relación de varios años. Y aunque... Ver más →

“¡Qué lindo cantas, mi vida!”

  Esa noche, Antonio, un viejo amigo, llegó al ‘sports bar’ que visito con cierta frecuencia tal como si fuera un meteorito prendido en candela. Antes de saludarme atajó al ‘bartender’, pidió su ración de alcohol y vació su vaso de un solo trago antes de tener la delicadeza de notar mi presencia. “Creo detectar que algo te preocupa”, le dije. No necesitó más estímulo: a los pocos segundos, me había abierto, de par en par, las agrietadas persianas de su corazón. “Rommy”, me dijo,... Ver más →

Una chica demasiado alegre

  Estimado señor Romeo, La otra noche yo miraba por el balcón y me entretenía en la contemplación del lento ascenso de la luna mientras esperaba que mi esposa terminara de darle los ‘toques finales’ a su maquillaje. En su caso, se trataba de un proceso que solía consumirle, en promedio, entre una y dos horas. Con suerte podríamos llegar a la fiesta antes de que se hubieran marchado todos los invitados. Pero no sé por qué lo lamento: hace tiempo que ya... Ver más →

La tragedia de la mujer inteligente

Groucho Marx, uno de los grandes filósofos del siglo 20, dijo una vez: “Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, está su esposa”. Se me ocurre analizar que el chiste de Groucho hace alusión al viejo tema, pre-feminismo, de que muchas veces la mujer era el verdadero poder detrás del trono, quien en verdad soplaba las velas del éxito de su querido marido, aunque, por supuesto, por ser mujer, siempre tuviera que dar la impresión de... Ver más →

La voz del amor

  Leí hace poco otro de esos artículos en el que se cita determinado estudio científico hecho en alguna universidad, que un experimento determinó que las mujeres tienden a recordar con más intensidad las palabras pronunciadas por una voz varonil grave. Claro que este hallazgo tiende a confirmar por qué, desde hace siglo y medio, se ha preferido que una voz varonil y grave la que lea los anuncios en la radio o las noticias en la radio o la televisión... la... Ver más →

Entrampamiento sexual

Amigo Romeo. Acabo de enterarme de una nueva modalidad que están empleando algunas mujeres para entrampar a sus maridos, y me creo obligado, moralmente hablando, a alertar a los compañeros de mi propio sexo. Mi amigo Rufino, quien trabaja en una agencia de publicidad, es un buen padre de familia y un esposo fiel... hasta cierto punto. Es de los hombres que no andan proactivamente en busca de tener aventurillas extramaritales, pero que tampoco las rehúyen cuando estas les caen en la... Ver más →

Reencuentro con un viejo amor

  Allí estaba ella, haciendo fila a la entrada de un cine junto a sus compañeras. Era temprano en la tarde y todas llevaban puesto el uniforme de escuela superior, así que me imagino que habrían corrido al cine al salir, quién sabe si hasta cortando una clase o dos. A pesar de la distancia, el parecido era tan enorme que mi corazֶón envejecido saltֶó y me dio una patada de ‘kick boxing’ en el centro del pecho. “¡Carmín!”, dije en voz baja.... Ver más →

Otro amigo que sucumbe

Aquellos que en algún momento hemos apelado a ellas, sabemos muy bien que las compañías que se encargan de conseguirle a uno citas con parejas “compatibles”, a lo match.com, a veces pecan de ser superficiales y erráticas en sus selecciones. Según me contó Rafa, un compañero de trabajo, una vez él hizo el experimento y una de estas compañías le empató, como “posible pareja ideal”, con una chica que, según un “análisis a profundidad” entre miles de participantes, era quien más... Ver más →

Amores fatulos

  Los otros días sufrí uno de esos ataques de nostalgia que me dan de vez en cuando y empecé a buscar en Facebook a algunos de los viejos amores fatulos de mi juventud. ¿Que qué son los amores fatulos? Aquéllos en los que uno se enamora como un zángano de una muchacha, pero por una u otra razón ella ni se entera de ello. O no le importa un comino. Eso no evita, naturalmente. que el enamoramiento haya sido ‘fuerte’, como... Ver más →

Un amor que pisa y no arranca

  Estimado don Romeo, Le escribo para hacerle una consulta acerca de una situación que me tiene bastante preocupada. Es en relación con mi hermana gemela, Yuni (nombre ficticio). Ella tiene 19 años y, aunque usted no lo crea, yo también. Aunque ella tiene un lunar en el lóbulo izquierdo y yo no, nos parecemos muchísimo, hasta el grado de que alguna gente se confunde y se cree que somos gemelas idénticas. Las dos somos bellas pero, claro, nuestro parecido es en lo físico nada... Ver más →

Las peores rupturas amorosas

Lo peor, cuando una mujer lo deja a uno, es que ni siquiera invente una buena explicación para hacerlo

Aunque hay hombres cuyas parejas no se cansan de botarlos como zapato viejo, mis relaciones con el sexo opuesto han sido mucho más estables y, ¿por qué no decirlo?, más maduras también.

Aunque mis números de conquistas no llegan siquiera a una fracción de los alcanzados digamos que por Leonardo DiCaprio en una semana más o menos promedio, sí he sido bastante afortunado... Ver más →

El peligro de las técnicas infalibles

Aunque algunos de ustedes no lo crean, hay veces que me topo en algún lugar con alguna chica bien atractiva y, aunque me encantaría hacerle algún ‘approach’, de pronto la timidez me paraliza la bemba y no se me ocurre nada que decirle. Ya les dije que era posible que no lo creyeran. El problema radica, al menos en parte, en que las mujeres de estos tiempos ya están tan habituadas a una diversidad tan amplia de técnicas de abordaje que... Ver más →

Un chico demasiado lindo

Les paso aquí, sin comentarios, un mensaje que me enviara un querido lector, el cual, según verán, habla por sí solo.

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"Señor Romeo:

  La noche del martes pasado mi amigo Matty me invitó a dar una vuelta por ahí, para ver cómo estaba de fiestera la noche y, en una luz, detuvo su carrito detrás de un vehículo amarillo en cuya parte posterior se leía un letrero que decía, y cito: “AVISO: Si este vehículo es conducido negligentemente... ¡Mala suerte, desgraciado!...... Ver más →

Romance entre borrachos

  No sé si esto le pasará también a usted, señor Romeo, pero a mí el acceso ilimitado al alcohol a veces me pone a hacer y decir disparates. “Hace tiempo que no me como una buena berenjena”, le dije, por ejemplo, cuando ya saboreaba mi tercera Heineken, a una señora de aspecto distinguido, por no decir que avinagrado, en una reciente fiesta ofrecida por el dueño de la compañía en la que trabajo. Hasta entonces llevábamos como cinco minutos parados el uno... Ver más →

Drama en la luna de miel

“Querido don Romeo: Nunca había escrito a una sección como ésta, porque siempre me han parecido una pérdida de tiempo, unos artículos escritos por tontos para imbéciles. Pero debo decir que, luego de leer sus últimos escritos, me ha parecido que sus columnas son un poquito mejor que eso, aunque no mucho. Así que, tal como dicen los pollos, vamos al grano. Soy una mujer de cuarentitantos, casada por segunda vez. No soy ninguna tonta: en la universidad completé dos maestrías... Ver más →

Derrotada por el celular

  Norita (nombre fatulo) creía que su vida había llegado a su cénit, es decir, a su punto más elevado. Se consideraba una mujer “felizmente divorciada”, tal vez imitando una frase que suele repetir Romeo Mareo. Por lo menos pensaba que no se podía quejar: tenía su casa, su carro, una profesión y un hijo que era su adoración, en gran medida porque no oía reguetón. Aún así pensaba que le faltaba algo. Un día se dio cuenta de lo que era... Ver más →

Las apariencias engañan

  Haré una observación generalizada: los hombres somos más sinceros que las mujeres. Ahora, antes de que a alguien se le vaya a reventar alguna arteria, paso a dar mi explicación: quiero decir en lo que a la apariencia física se refiere. Está bien, habemos algunos que usamos pelucas o tupés, o que incluso nos hemos hecho nuestra cirugía para alisar algunas arrugas de la cara. Hasta habemos algunos que usamos una especie de faja para camuflar un poco la panza. Pero lo... Ver más →

Romances e infidelidades

  Señor Romeo, Le escribo estas líneas para hacerle una consulta técnico táctica sobre el amor. No sé si usted tendrá experiencia dirigiendo algún equipo deportivo y la verdad es que lo dudo mucho ya que, según sus escritos, lo más cerca que usted ha estado del mundo de los deportes la enorme cantidad de tiempo que se pasa ingiriendo alcohol en algún sports bar. Yo sí dirijo un equipo de sóftbol y. como tal, puedo asegurarle que el momento más retante de cualquier... Ver más →

Amorosos tropiezos en el gimnasio

  Una lectora ocasional me escribió recientemente para hacerme una consulta. He aquí su escrito. “Hola, Romeo, Soy una joven de 28 años, de buen carácter, buena familia y con mucha simpatía. Fíjese, no soy fanática de su columna, aunque me entretiene y confieso me he reído un par de veces con alguna ocurrencia. Con mucho respeto le comparto que me parecen sus consejos un tanto unilaterales, enfocados solo a los impulsos masculinos. Pero ahora toda mi perspectiva cambió. Me tropecé sin querer con un... Ver más →

La atracción de una mujer mayor

  Para desgracia mía y muchos otros hombres de mi generación, cuando yo era muy joven no estaba tan propagada la tendencia de hombres jóvenes teniendo romances con mujeres bastante mayores que ellos. El tipo de mujer que hasta tiene su nombrecito: las Cougars. Y, claro está, no me refiero tan solo al mundo del cine o de la música, donde siempre han sido habituales las parejas compuestas por una actriz o cantante ya cuasi legendaria y un mozalbetito de buena pinta,... Ver más →

Enamorado con todo el corazón

Según sus propias palabras, después de divorciarse, Pablito, un viejo amigo, anduvo seis meses sin poder mirar de frente a otra mujer. Todas, por una u otra razón, la recordaban a su esposa. “Es que tiene el pelo largo, como ella”, decía. O, también: “Es que lleva falda, como ella”. Al fin y al cabo, tuve que darle terapia intensiva todo un verano en mi consultorio habitual -el ‘sports bar’- antes de que él se proclamara listo para empezar a tratar otra... Ver más →

Una besucona en serie

  Una noche reciente, me hallaba yo en mi consultorio habitual -el Sport Bar de Isla verde que patrocino con cierta frecuencia-, disfrutando de la apacible tranquilidad que los hombres de acción conseguimos al degustar un buen whisky doble después de un arduo día de trabajo. Este es un placer, claro, que aumenta considerablemente cuando uno está solo y puede aprovechar el tiempo tratando de imaginarse los números de la loto. Sin embargo, de pronto sentí que un individuo se acercaba, se... Ver más →

Enredado en las redes sociales

  Hace poco, una amable lectora me escribió para decirme que había decidido cerrar su perfil de Facebook. No se debió a que no tuviese muchos ‘amigos’, sino todo lo contrario. Tenía demasiados. Pero no eran precisamente los amigos más apetecibles del mundo. El mensaje que me envió supera, a Dios gracias, del estilo telegráfico y a veces indescifrable que usan los ‘facebookistas’ o ‘twiteros’ más consumados. woman looking at Facebook in office Así, ella... Ver más →

De amigos a algo más

  "Estimado don Romeo, Yo siempre había querido conocer a una chica como Sandrita: Alegre, divertida, cariñosa, sin expediente criminal. Salíamos juntos, pero sin pretenciones de ser más nada que buenos amigos. Tan era así, de hecho, que los dos estábamos siempre a la expectativa de buscarle pareja el uno al otro. Hasta desarrollamos nuestra rutina cuando estábamos en el pub consumiendo algunas frías. “Ese chico te está mirando, Sandrita", le decía yo, por ejemplo. “¿Tú crees?” “Bueno, no me va a estar mirando a mí”. Entonces yo... Ver más →

El amor que nunca fue

Recibí recientemente esta misiva de una amiga lectora que plantea un viejo dilema: las cosas inesperadas que suceden cuando uno se presta para servir de intermediario amoroso o celestino. “Cuando tenía como 15 años, tenía una amiga”, comeienza el escrito. “Bueno, la verdad es que éramos un combo de tres, que siempre andábamos juntas. “Un día, esta amiga me pidió que yo le 'acomodara' a un muchachito que era un año menor que yo, y al que yo conocía desde la infancia,... Ver más →

Una chica enigmática

  “No, esto no me gusta”. Esta fue una de las primeras oraciones completas que me dijo Helga aquella primera noche que nos conocimos. Era nuestra primera cita y, para colmo, había sido concertada por una amiga mutua que, según me había revelado, había tramado nuestro encuentro operando bajo el concepto de que ‘los opuestos se atraen’. Aunque yo acababa de salir de la universidad, ya ocupaba un puesto más que aceptable en una compañía de contabilidad mientras que Helga, según me había explicado... Ver más →

Cómo enloquecer a las mujeres

  Lo que más impresiona del descubrimiento de Arnulfo es que fue algo completamente accidental. Ya les he contado sobre Arnulfo: se trata de un hombre cuarentón que se divorció no hace mucho, después de un largo y penoso matrimonio, y luego de sobrellevar el obligatorio período de transición y de lamentación pasiva, había al fin tomado la decisión de “reinsertarse en la vida social”, como dicen algunos sexólogos. De primera instancia, sin embargo, cometió todos los errores que suelen cometer los hombres... Ver más →

Cuando el amor llega por equivocación

  Ese día, a media mañana, recibí en mi celular una llamada que venía de un número desconocido. “¿Rommy?” me preguntó una voz de mujer. Aunque me llamo Romeo, mucha gente me dice ‘Rommy’, por lo que no hallé raro el que saludaran así. “Sí”, dije. “Es Tere”, me dijo la voz. He conocido a un par de Teres en mi vida, por lo menos que me hayan in-TERE-sado un poquito, por lo que tampoco hallé nada extraño en el asunto. Para aclarar, pregunté: “¿Tere? ¿La de las... Ver más →

Ignorado por su primer amor

¿Qué cosa es el primer amor? ¿Estamos hablando de la primera vez que uno se haya sentido atraído por otra persona? Entonces en mi caso quizá tenga que hablar de la enfermera que atendió a mi mamá en la sala de parto. Sin embargo, la definición más completa que se me ocurre, y esto sólo después de haberlo meditado a profundidad mientras escuchaba el último disco de Shakira, es que el primer amor es aquél que ocurre cuando uno lo está experimentando... Ver más →

Flechado por un amor imposible

  “Estimado señor Romeo, No sé si usted está consciente de ello, pero durante estos días han venido celebrándose en la Isla los juegos de un torneo mundial de vóleibol femenino llamado Sub20, por el mero hecho de que en el mismo compiten jugadoras de menos de 20 años de edad. Además de Puerto Rico, han venido jugando equipos de todas partes del mundo y el torneo se ha celebrado en distintas canchas, incluyendo la Solá Bezares de Caguas. Cagüeño de pura cepa como... Ver más →

Encuentro con el amor de su vida

 

“Estimado señor Romeo,
Soy un hombre de 34 años de edad y, por motivos de seguridad, voy a abstenerme de darle mi nombre, aunque le puedo revelar mi apodo: Pirulo.
Soy un tipo ‘cool’, afable, bien parecido. Tengo mi negocio propio -una cadena de sastrerías muy exitosas- y, por lo regular, me desplazo en un carro deportivo de último modelo.
Como podría esperarse de toda esta combinación de atributos, no me ha ido mal con las mujeres:... Ver más →

El amor empieza por los ojos

Raúl, un amigo a quien por lo general no he considerado nunca un gran pensador ni nada parecido, me dijo recientemente: “No hay amor más ciego que el amor a primera vista”. Dejé de hacer lo que yo estaba haciendo -que era menear el palito del ‘rum and coke’ que me acababan de servir en la barra- y lo miré fijamente. No dudo que la incredulidad se hubiese retratado de cuerpo entero en mis pupilas, porque mi amigo se echó a... Ver más →

Mi novia ya no me quiere

  “Estimado señor Romeo, Me ocurre lo siguiente: soy un hombre de 32 años y razonablemente bien parecido que, al contrario de muchos otros -incluyendo a mis amigos- , no me he pasado mi juventud saltando de mujer en mujer. Más bien, para mí, mujer, lo que se llama mujer, ha habido una sola: Cameron Díaz. Pero, después de ella, a quien no he tenido la dicha de conocer, se encuentra Matti, el amor de mi vida. A Matti -su nombre completo es Matilde,... Ver más →

En busca de un viejo amor

¿Qué es mejor, mantener vivo el recuerdo de una relación que tuvo lugar muchos años atrás, o tratar de revivirla en el presente? No me contesten todavía: primero déjenme explicarles el asunto. Los otros días me encontraba yo tonteando en una de esas páginas de Internet que ayudan a que uno localice a la gente de la que no tiene ni rastro desde hace muchos años. Sin mucha esperanzas de nada, en determinado momento se me ocurrió poner el nombre completo de... Ver más →

Un breve romance de Facebook

Estimado don Romeo, Mi nombre (ficticio, claro está) es Maggie. Soy una chica de treintitantos que siempre he vivido entregada a mi trabajo. De hecho, en la oficina tengo fama de ser una ‘workalcoholic’, y uno de los comentarios que más escucho es el consabido “chica, cógelo suave”. Incluso de parte de los jefes. Bueno, ese es uno de los que más escucho, pero no el que me hacen más a menudo. Este es, “Maggie, ¿y tú no estás saliendo con nadie?... Ver más →

Cómo alejar a un hombre bueno

  Doy paso a la consulta que me ha hecho una lectora: “Soy una dama de 24 años. No me atrevería a decir que soy una belleza, pero tampoco soy horrible. Sin embargo, últimamente, con una frecuencia alarmante, cuando llega la tarde del jueves, que es cuando de verdad es que empieza el ‘weekend’, ya estoy con los nervios de punta y con ganas de gritarle a los cuatro vientos -o los que sean, ya que nunca los he contado-: “¡Por qué... Ver más →

Nueva fórmula para conquistadores

Hace poco, Patrick, un viejo amigo que se unió al clan de los divorciados hace ya un par de años, me describió con gran elocuencia la precariedad de su vida amorosa mientras ambos sorbíamos nuestros ‘drinks’ en la barra deportiva -o Sports Bar, para los lectores con guille de angloparlantes- que frecuentamos con cierta asiduidad. “Si yo fuera un bateador”, me dijo, “podría decirse que llevo toda una temporada yéndome en blanco”. De ahí pasó a explicarme que después de divorciarse de... Ver más →

Una chica vengativa

No había nada que molestara más a mi amigo Richard que el estar escarbando en la ristra de números de teléfono que tenía almacenados en su celular y encontrarse de pronto con uno que no pudiera reconocer. Y lo peor, como le estaba ocurriendo ahora, era cuando el nombre que aparecía a su lado tampoco le tocaba una campanita en el interior de su cerebro. “Sally”, pronunció en voz baja, tal vez esperando que el escucharlo le ayudara a refrescar la memoria. Pero... Ver más →

"Mi esposa me engaña"

Estimado señor Romeo, Sé que es algo difícil de confesar para cualquier hombre, y más aún para un hombre recto y derecho, de pecho profusamente en pecho, como yo. Y de hecho, no solo tengo pelo en el pecho sino en las axilas, en la entrepierna y, según he visto también con alarma cuando me examino en el espejo, unos flequillos en las nalgas también. La cosa empezó de la forma más inocente posible: uso indicios sutiles, apenas perceptibles, que reflejaban ciertos... Ver más →

La mejor cita a ciegas

“Señor Romeo, Siempre agradeceré la sinceridad de aquella mujer que, mirándome con sus hermosos ojos azules enrojecidos por el alcohol, me dijo que yo era un renacuajo insoportable. “Cretina”, le dije. “¿Quién tú crees que yo soy, tu marido?” Ella soltó una risotada estruendosa, ignorando por completo el recato que uno debe mantener cuando está en el interior de una funeraria. “Muy gracioso”, me dijo. “Y que conste, yo no me llamo Cristina”. Déjenme explicarles cómo comenzó el asunto. Tengo un amigo que sabe que estoy... Ver más →

'No' quiere decir 'no'

¿Qué les dicen las muchachas a los pretendientes demasiado insistentes a los querrían espantar como mosquitos? Yo no sé a ustedes, pero a mí, a lo largo de mi extensa carrera, me han dicho de todo. Como Alexis Valdés, casi puedo decir “se los presento en verso”. Empiezo por el repudio más común: “Agradezco tu interés, pero acabo de terminar una relación y ahora mismo quiero estar sola por un tiempo”. ¿Mi respuesta? Dejarle un tarjetita de presentación con mi teléfono y mi E-mail,... Ver más →

En busca de un alma gemela

  Estimado amigo Romeo, Allá para fines de los años setenta, yo era un humilde estudiante universitario que, cargado de libros, todos los días tenía que usar las guaguas de la AMA para ir y venir a la Yupi de Río Piedras. Ya me sabía de memoria esa aburrida ruta que, en la ida, transitaba en línea directa por la Ponce de León desde la parada 24 de Santurce, donde yo vivía, y a la venida me dejaba en la Fernández Juncos. Para hacer... Ver más →

No metas la pata, introduce el pie

Que conste, no estoy hablando de fetichismo ni nada parecido, pero cada vez estoy más convencido de que el pie es la parte más subestimada de la mujer. Con buena razón, naturalmente: ¿Cómo puede competir ese pobre miembro frente a superestrellas como las piernas, el busto, la cara o los muslos? Además, el pie tiene en su contra el hecho de ser un miembro casi puramente funcional, y las propias mujeres parecen tratarlo con algo de menosprecio... como si dieran por sentado... Ver más →

No servimos para nada

  Lo que más impresiona del descubrimiento de Arnulfo es que fue algo completamente accidental. Ya les he contado sobre Arnulfo: se trata de un hombre cuarentón que se divorció no hace mucho, después de un largo y penoso matrimonio, y luego de sobrellevar el obligatorio período de transición y de lamentación pasiva, había al fin tomado la decisión de “reinsertarse en la vida social”, como dicen algunos sexólogos. De primera instancia, sin embargo, cometió todos los errores que suelen cometer los hombres... Ver más →

Los opuestos se distraen

  Una frase que se repite hasta la saciedad, sin saber si en efecto resulta ser verdad, es aquélla que, más o menos, dice: “Los opuestos se atraen”. Claro que, de ser cierto, entonces tendrían que desaparecer todas esas compañías que por un precio módico prometen conseguirle pareja a los solitarios, apelando exclusivamente a la afinidad o a la compatibilidad. La provocación para estos pensamientos radica en un amigo llamado Ruperto (nombre ficticio), quien me citó los otros días a mi pub favorito... Ver más →

La esposa más complaciente

La otra noche me encontraba yo 'minding my own business'-como dicen los americanos-, disfrutando de un momento de relajamiento tipo 'happy hour' en la barra deportiva que visito con cierta frecuencia, cuando, de pronto, un viejo amigo al que no veía desde hacía bastante tiempo se sentó junto a mí. ¿Qué les cuento? No sé si la gente habrá empezado a verme cara de confesor espiritual o algo parecido pero, a los cinco minutos, todo lloroso, este viejo amigo, llamado Uroyoán... Ver más →

Bella por fuera, terrible por dentro


Un señor llamado Anónimo, que ya me ha escrito varias veces, me hizo llegar este escrito que habla por sí solo.

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Señor Romeo,

Ya alguien dijo -quizá fue usted- que no hay amor más ciego que el amor a primera vista. 

Pues eso lo vengo comprobando en carne propia desde hace varios meses, cuando entablé mi relación con Sandy.

Físicamente, Sandy es una mujer espectacular. A pesar de su apodo, tiene el pelo negro azabache y tan brilloso como la cola de un caballo... Ver más →

Aterrado por el ex de su prometida


Estimado e imprescindible señor Romeo,

Hasta hace muy poco, yo vivía muy preocupado por el futuro de mi hijo, José Arnaldo, en especial en el aspecto sentimental.

Jochy, como le llamamos los que le conocemos, ha tenido mucho éxito en la vida en muchos aspectos: es uno de los socios de una pujante empresa dedicada a la manufactura de supositorios reciclados y, gracias a eso, vive holgadamente en una casa de dos niveles con piscina y retrete alfombrado.

También ha sido muy atlético... Ver más →

Una chica demasiado fogosa


Robert, un compañero de trabajo, es uno de esos tipos tan tímidos que, como dijo una vez un filósofo anónimo, “no se atrevería a alzar la voz para gritar 'auxilio' ni aunque se estuviera ahogando”.

Sin embargo, igual que sucede con las personas más pusilánimes que sufren una transformación a lo 'Hulk' tan pronto se sientan frente a un volante, de un tiempo para acá todos en la oficina comenzamos a notar un cambio bastante drástico en nuestro amiguito cada vez... Ver más →

En el amor como en la guerra


El otro día, cuando hacía fila en el banco, mi corazón, que normalmente late a ritmo de bolero, comenzó a hacerlo a ritmo de reggaetón: en la misma fila ante mí estaba una muchachita que me recordaba a alguien que yo había conocido hacía muchos años. Al voltearse un momento, claro está, me probó que era una persona distinta. Como tenía que serlo: la que yo recordaba casi podría ser su abuela ahora.

Se llamaba Suzy.

Suzy era una típica americanita, rubia... Ver más →

La vida es así

No hace mucho, Enriqueta, mi querida perrita sata, mi única compañía casera, en un ataque de típica ternura perruna casi me arrancó el pulgar de la mano derecha.

Sentí tanto dolor que hice lo que siempre había jurado que no volvería a hacer: caminé tambaleándome por la urbanización hasta llegar a la casa Marta, la rubia vecina con la cual he vivido un romance ‘on and off’  en los últimos tiempos, pero que ha estado más ‘off’ que un microondas dañado... Ver más →

La vida es así

Hubo un tiempo en que empezamos a visitar ocasionalmente una barra cercana al salir del trabajo para beber un par de tragos y perder el tiempo conversando acerca de nuestros sueños para el futuro.

Pero al poco tiempo él renunció sorpresivamente y jamás lo volví a ver. Algunos años después, sin embargo, alguien me dijo que había tenido problemas con el alcohol, había perdido su siguiente trabajo y que hasta su esposa lo había abandonado.

“Pues sí, lo conocí”, le dije a... Ver más →

Idilio al vapor

En el hermano país de la República Dominicana existe -o existía: no sé si han cambiado las leyes- algo que se llamaba “divorcio al vapor”. Es decir, cuando alguien quería divorciarse rápidamente y tenía los papeles necesarios (tanto los legales, como el efectivo), podía darse un saltito allí al lado y en par de días regresaba con el acto consumado.

Bueno, pues acabo de percatarme de que no hay que salir de Puerto Rico para consumar algo que se me ocurre... Ver más →

Un noviazgo a la antigua


Estimado señor Romeo,

No me atrevo a decirle mi nombre por no ofender a nadie, pero la gente que me conoce bien me conoce como doña Sarita.

Lo primero que quiero decirle es que no acostumbro a escribir a estos sitios indecentes, pero, dado el problema que me agobia ahora, he llegado a la conclusión de que no tenía mejor opción.

En marzo pasado cumplí 62 años y nunca me he casado ni he vivido con un hombre en una relación extramarital. Aunque... Ver más →

La mujer de mis sueños


Le cuento mi tragedia, amigo Romeo,

Me llamo Yldefonso… mi apellido no viene al caso. Tengo 43 años. Como usted, estoy “felizmente divorciado”, aunque en mi caso esa felicidad tardó como seis meses en florecer, después de otros seis meses de lloriqueos y de pasarme todo el tiempo libre encerrado en casa viendo la colección completa de Sex and the City, que era la serie favorita de mi ex.

Una noche tuve un sueño muy raro: me encontraba en Nueva York, un... Ver más →

Llanto hermoso en un día lluvioso


Señor Romeo,

Le consulto este caso, para ver si usted puede hacer algo por entenderlo.

Tengo 35 años y conozco a Alicia, quien es ahora mi esposa, desde la ‘high school’. De hecho, hasta fuimos vecinos un tiempo en Cupey.

Desde el primer momento, aunque era bonita, siempre me pareció una chica seria, estudiosa y respetuosa… es decir, que reunía las tres características que más me repelían entonces, ya que, como usted bien sabe, cuando se está en la ‘high’ o incluso en... Ver más →

Carta abierta a mi esposo querido


Estimados lectores: en respuesta a la carta pública de hace par de semanas, en esta ocasión cedo este espacio a otra misiva, esta vez escrita por la esposa del primer autor.

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Querido Pijuán,

Leí la carta dirigida a mí que publicaste hace unos días en la sección del tal Romeo Mareo. Una querida amiga que al parecer lee hasta las sandeces más grandes del mundo, me habló de tu escrito.

Lo encontré, por decirlo de una manera bastante suave… patético. Y bastante irreal,... Ver más →

Carta abierta a la mujer que yo amo


Esta semana nos salimos un poco de la rutina, A pedido de un  buen amigo mío, quien muy de vez en cuando se pone pálido y paga una ronda de tragos en el sports bar, copio aquí una hermosa carta pública que él le dedica a la mujer de su vida, quien, por coincidencia, también resulta ser su esposa.

Querida Lucinda,

Es verdad aquel viejo cliché que dice que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Lo traigo al... Ver más →

Tú tan alta y yo tan bajo


Arnaldo, un viejo amigo al que yo no veía hace años, llegó sorpresivamente a la barra del sports bar que yo visito con cierta frecuencia, me saludó dándome un cálido manotazo en la espalda y procedió a ordenarle un trago al bartender, llamado Juan.

“Vaya, Arnaldo, te ves bien”, le dije.

Sonriente, me confesó que la vida le había abierto, como cortinas que se descorren para mostrar una pantalla panorámica, la mejor de sus sonrisas. Para resumir, era presidente de un banco... Ver más →

Una bromita de mal gusto


Hola, amigo Romeo,

Mi nombre es Juan. Aunque solo tengo 32 años, me considero un hombre a la anrigua. Es decir, no me depilo las cejas ni más nada, ni uso ningún tipo de maquillaje. No me gustan esas blandenguerías ni la llamada metrosexualidad.

Sigo siendo un fiel creyente de que el hombre tiene su lugar en este mundo, y la mujer también: al lado de él.

Sé que algunas mujeres me llamarán machista, pero a mí eso ni me va ni me... Ver más →

Traicionada por su amante


Estimado señor Romeo,

Me llamo Migdalia, aunque todo el mundo me conoce por un apodo que no pongo aquí por razones obvias. Tengo 47 años recién cumplidos. De esos, pasé los últimos 16 y medio inmersa en una relación muy estable con el amor de mi vida.

Su nombre es Antonio y es el jefe de la compañía a la que entré a trabajar tan pronto salí de la Universidad, a los 23 años. 

Para esa época yo era una joven bastante ingenua... Ver más →

Atractivo y desvergonzado


Querido Romeo,

Hace unos cuantos meses abrió cerca de donde trabajo una pizzería naturista llamada ‘Pisa y corre’ y tengo que admitirle que, como soy una mujer amante de las pizzas y de la comida saludable, ya apenas almuerzo en algún otro lugar.

No soy la única.

Con el tiempo, sin embargo, me fui dando cuenta de que había otra gente casi tan fiebrúa como yo: en especial una romántica pareja a la que veía casi todos los días.

El era un hombre alto,... Ver más →

Capturado por una Cougar

 

Estimado señor Romeo,

El próximo sábado, primero de marzo, cumplo 40 años y, como podrá usted imaginarse, soy el único de mi grupo de amigos que no se ha casado todavía.

Hasta hay un par de ellos que se ha divorciado y se ha vuelto a casar, mientras que yo sigo sin llegar a primera base, como suele decirse.

Claro que esto no es muy raro en esta época: según las estadísticas, cada vez es menor la cantidad de gente que se casa... Ver más →

Amores ilícitos en el trabajo


Saludos,

Soy Armando, un joven de 52 años que trabaja en una tienda de venta de zapatos en un conocido centro comercial, puesto en el que llevo ya siete años.

Como usted debe saber, don Romeo, en este tipo de establecimiento, a pesar de que la paga es mala y las oportunidades de ascenso mínimas, para colmo imponen unas reglas tan abusivas que a uno le dan ganas, como se dice, de echar un pie… 

En mi caso no lo hago porque al... Ver más →

Las mujeres son un enigma


Respetado señor Romeo,

Antes que nada, debo decirle cuánto me alegra que esté de regreso. Nunca había extrañado a nadie de esa manera desde que quitaron el show de Iris Chacón de la television.

Nada, quisiera consultarle algo.

Soy, como debe haberse dado cuenta, un hombre maduro. No lo digo por la edad, aunque esta es considerable, sino por mi forma de ser: he sido un hombre maduro desde que tengo uso de razón… es decir, desde que pasé de la adolescencia.

Y esta... Ver más →

Fin de una hermosa relación


Nunca, en los 14 años que llevaban de casados, Vivian y Rodrigo (nombres ficticios) habían tenido problemas que amenazaran su vida como pareja, con la única excepción de un leve parpadeo que había tenido él unos siete años atrás.

Y quizá ni siquiera pudiera catalogarse de parpadeo: en horas de la madrugada, a Rodrigo lo habían arrestado en el cuarto de un motel de baja reputación completamente borracho. Lo acusaron de alteración a la paz luego de haberse pasado no menos... Ver más →

Crisis de la temprana edad


El pub que yo frecuento, llamado La Candela (nombre ficticio), ardía a fuego rápido la noche del martes, cuando celebramos nuestra ya tradicional fiestecita de fin de año.

Como siempre, se trató de una actividad ‘by invitation only’, donde solo acudimos los parroquianos más intensos del lugar con o sin pareja para poder beber y disfrutar sin temer ofender a algún desconocido.

Yo, naturalmente, fui solo: todavía mi pobre corazón no había recuperado su ritmo después de mi más reciente rompimiento con... Ver más →