Es de humanos, equivocarse. Todos en algún momento cometemos errores y hasta ofendemos a alguien, tal vez, sin saberlo. La Vida es compleja y en ocasiones nos levantamos con el pie izquierdo o pudiese ser que se nos nuble el entendimiento y erremos.

Lo más importante es: darse cuenta, rectificar, enmendar comportamientos…pedir perdón. Perdón!.

En el Monte Calvario hubo un Perdón que retumbaba en los montes cercanos, Jesús perdonó a un ladrón. Olvidó sus pecados, como puede olvidar los tuyos y los míos. Acá, en la tierra de la realidad presente, alguno son incapaces de perdonar, olvidar un agravio.

Son muchas las maneras por medio de las cuales ofendemos a otros: con una palabra, una acción y hasta una inacción. Algunos creen que somos perfectos y no podemos fallar o equivocarnos, nadie lo es.

Las pasiones desmedidas por el Juego, la compulsión por comer, el mentir a diario y creerse la mentira, gastar en exceso, no ceder el Paso y hablar mal de quien no te cae bien… son acciones o actitudes que debemos remplazar por las virtudes innatas en cada ser.   A veces me regaño a mi mismo, por decir algo que no debí decir o por tomar un camino equivocado en el diario vivir, aunque sea una tontería.  Nuestro norte debe ser parecido al camino del hijo del Carpintero de Nazareth.

Quien no perdona lleva una carga pesada a sus espaldas, mi mochila imaginaria es liviana, porque tiene un roto en el fondo, para que por allí salgan las cosas negativas: envidias, celos, mal humor, corajes, embustes, señalamientos, rencor. Hay quien anda jorobado por la carga de su mochila imaginaria llena de recuerdos malos, de ofensas y mal trato.

Al acostarme, lo cual no lo hago muy temprano, doy gracias por lo bueno del día y pido perdón por mis equivocaciones, porque nadie está exento de equivocaciones.

Deseo que tengas un buen día en este nuevo día, con una nueva página y que al finalizar el deja haya mejores Noticias que las de la Reforma Laboral y la Reforma Educativa. En el Gobierno y Legislatura quedan personas buenas que reflexionan, piensan, tienen valor para aceptar equivocaciones, enmendando lo malo y reteniendo lo bueno.

Prof. José Antonio Giovannetti Román