Da temor transitar de noche y de día por las carreteras de Puerto Rico. De día, uno encuentra cada salvajada de quienes invaden el carril por donde transitas con la mayor desfachatez, quienes corren a velocidad exagerada, aunque el asfalto esté mojado, los que les importa un pito los rótulos de Pare y los Semáforos cuando están en rojo y los camiones de carga que transitan por el carril que no les corresponde y te tocan bocina porque llevan el apuro de entregar Mercancía. Es un horror.

Se le suma a lo anterior, la ausencia hace varios años de las Patrullas de Carreteras, lo enyerbado que estén las mismas, hay malezas que alcanzan los 5 pies de alto y el tiempo que tardan en hacer un bacheo en las que tienen hoyos, como ejemplo, la #128 en Yauco.

De noche, el problema se agudiza, la gran cantidad de focos fundidos en las carreteras, la ausencia de líneas marginales y de centro, la falta de los ojos de múcaro que ayudan a visualizar los carriles. Es un riesgo transitar por nuestras calles y carreteras cada vez más, por lo antes expuesto y peor aun, por la inercia para resolver algunos problemas de nuestras carreteras que llevan años sin resolverse.

El puente que pasa sobre el Rio Cayuco en Yauco tiene alrededor de 14 lumbreras, apagadas desde María, hace más de 2 años. En 2 ocasiones he hablado por teléfono con el Sr. Muñoz de la Fortaleza al respecto, ha quedado en referirlo a Carreteras, y no sucede nada, Son muchos los rótulos caídos que no han sido reemplazados, otros están inclinados, al igual que muchos Postes, como si tuvieran una Jumeta.

Urge se atienda el problema de las Carreteras en Puerto Rico, el mantenimiento de las mismas es malísimo, las brigadas de desyerbo son insuficientes, el mantenimiento del alumbrado es horrible. Hay tramos de carreteras con todas las líneas demarcadas, otros tramos completamente ciegos. Transitar por las carreteras de Puerto Rico propicia accidentes, cobra vidas, crea Tapones innecesarios, parecemos un País del Tercer Mundo… si alguien escuchara y resolvieran, si alguien con sensibilidad.

Prof. José Antonio Giovannetti Román  787 644 8818