No es fácil mantener la concordia en las relaciones humanas. No siempre todo es miel  sobre hojuelas. Al Enemigo de las almas, le place crear discordia facilita que en ocasiones se pierda la paciencia. Templar el carácter ante esos embates, no es fácil, tampoco es imposible.

Ha comenzado el mes de la Amistad y el Amor, es saludable reflexionar sobre el tema y evaluar las razones por las cuales surgen dimes y diretes, muchas veces causando heridas emocionales y turbación. Se dicen cosas que no debieran haberse dicho y se toman acciones drásticas con consecuencias negativas.

Al Amor es algo más que un peluche, unas rosas rojas, una cartera nueva o un paseo fuera del País. Me he enfrentado a momentos difíciles, he discutido, me ha dado coraje, con personas que quiero, pero todo depende del cristal con que se vean las cosas o se interpreten dichos o acciones. A veces hay que ceder o aceptar equivocaciones. Nunca he permitido que se aloje el rencor u odio en mi corazón, nunca. Hay quienes le dan espacio al rencor, las rencillas y coraje en su mente y corazón.

El perdón es como el silencio, sana. Si he ofendido a a alguien con alguna expresión, gesto o acción, en el mes del Amor le pido perdón. Me causa molestia saber que he podido ofender a alguien, tal vez, sin darme cuenta. Los humoristas nos podemos equivocar al decir algo en son de chiste y causar molestia en otra persona. Ahora intento ser más cuidadoso que antes en aras de mantener una amistad o relación saludable.

En la Cruz del Calvario, el Maestro de los pies polvorientos y de la Corona de espinas, fue capaz de perdonar a un hombre malvado, sin requerirle información de su pasado ni ponerle condiciones.

Ejercitemos el acto de amar con Actos irreflexivos de Amor. Vivamos el amor con amor. Alguien pudera estar esperando por ti, en algún lugar, en algún momento…

Prof. Josee Antonio Giovannetti Román

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