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Contaminación inaceptable

Al día de hoy, en el 2018, acá en Puerto Rico son muchas las personas que para celebrar, hay que hacer ruido. He estado presente en Actividades en las cuales el Sonido del Sistema de Amplificación, está en un alto volumen que impide usted pueda conversar con quienes están cerca de usted, es difícil compartir en camaradería.

Por las calles se permite la Publicidad con Equipos “tumba cocos”, los cuales tumban los oídos, asustan a los niños y afectan a los escamados y los Mascotas, cuyos oídos tienen un gran alcance. En un momento dado a los Templos de algunas Iglesias se les exigido poner Aire Acondicionado en sus Templos para que el Sonido de los Cánticos de instrumentos, no afecten la tranquilidad de los Vecinos.

Hay distintas varas para determinar la Ateración de la paz. Se han proliferado los Negocios de bebidas alcohólicas y de baile, que hasta altas horas del madrugada tienen en dichos Negocios Equipos de Sonido que llegan a larga distancia de donde se origina, eso es Alteración a la Paz.

Puerto Rio es un País con contaminación: de sonido, lumínica, anuncios en las calles y carreteras de grandes tamaños, de cenizas y de polvo fugitivo en algunos Vertederos. Los afectados, algunos de ellos, hacen Protestas las cuales caen en oídos sordos.

Muchas condiciones de Salud son provocadas por la contaminación existente en nuestro País Las personas con condiciones pulmonares y alegías, tal vez son los más afectados. No hay derecho para atentar por la libre contra la salud, tranquilidad y paz de nuestros ciudadanos.

Es lamentable tener que decir que en algunos Templos Cristianos, el volumen de los Equipos y algunos Participantes crean que Dios es sordo. El hablar con voz exageradamente alta no hace más efectivo el mensaje que se aspira dar.

Cuando se canta, habla, recita o se toca un instrumento con un volumen más alto de lo normal, la voz o el instrumento pierde el matiz adecuado y la buena entonación. Hay gente buena y talentosa que no necesitan de artificio del la gritería para ser escuchados y valorado su trabajo hablado, recitando, cantando, predicando o tocando un  instrumento como la batería.

No se es más efectivo abusando de las cuerdas vocales al expresarse. Los altos decibeles de los Equipos de Sonido, tanto en lo secular, como en otras expresiones de comunicación, en vez de aportar para el crecimiento, molestan y afectan la sana convivencia dentro o fuera de un edificio.

Hay un largo camino por recorrer para mejorar siendo prudentes y conscientes, de la paz individual y colectiva, a la que aspiramos muchos. Es nuestro derecho!

Prof. José Antonio Giovannetti Román

@AntonioGiovan13    en Twitter

Al Rescate de la Esperanza… que anda Realenga y hay que atraparla

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