Son muchos los Reencuentros y Encuentros que ocurren en los Velorios. Recientemente estuve en dos Velatorios y pude saludar a muchas personas, las cuales hacía tiempo no veía. Lo interesante del caso es que son muchos los familiares que solamente se vuelven a ver, cundo uno de la familia fallece. Aun viviendo en el mismo Pueblo o País, pasa el tiempo y no tienen tiempo para verse y compartir unos momentos en familia.

Las personas fallecidas tuvieron hijos, nietos y biznietos. Un familión se dió Cita en la Funeraria, hubo sollozos, lágrimas furtivas, suspiros de pena. También hubo alegría, por los que pudieron reencontrarse y verse cara a cara.

Las cosas debieran invertirse, vernos en Vida, con alegría, compartir los logros individuales y colectivos, saber cómo le va a cada cual. Contar las historias antiguas y del presente. Conocer la familia extendida. Llegan novios, novias, esposos, esposas… a veces no han sido conocidos.

Buscar fechas en las cuales se puedan reunir y colocar flores en la mesa, un buen mantel y una buena comida, donde se hayan compartido las tareas en la confección y servicio de los alimentos.

Es bueno tener un Libreta familiar donde direcciones, teléfonos y celulares, estén apuntados con claridad. Es saludable apuntar las fechas de cumpleaños, para que aunque sea una llamada de felicitación se reciba. Los lazos de amistad y familiares no deben quebrantarse.

Hay quienes el momento malo les llega con premura, dar la mano de ayuda a un amigo o familiar, es una manera de expresar el amor, la amistad, el compañerismo.

En una vieja película escuché a un actor decir: “Nos veremos algún día en el Supermercado”, porque es donde en ocasiones hay los encuentros familiares o de amigos… o en la funeraria.

Tal vez, en vida, nunca le llevamos ni una amapola o un racimo de uvas, al ser querido, cuando podría apreciar y gustar el obsequio. Silenciosas, en las paredes o en los artefactos que se usan para el momento, son muchas las coronas y arreglos florales hermosos. El muerto no los disfruta. Ya no siente ni padece… ni ve.

No me opongo a las coronas y arreglos florales, pero creo que en Vida hay espacios para expresar el aprecio y amor con obsequios tan sencillos, como una flor. Se ve, se aprecia, se valora. Una nueva óptica de ver la vida… y vivirla.

Prof. José Antonio Giovannetti Román

@AntonioGiovan13

Al Rescate de la Esperanza, que anda realenga… y hay que atraparla